Biser apaleó a Monika un mes antes de matarla

I.E.
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La jefa de la mujer recibió un whatsapp de esta en el que le pedía que llamara a otra compañera porque tenía el ojo y la nariz hinchados. Se salvó de un apuñalamiento el día del incendio de la casa

Biser apaleó a Monika un mes antes de matarla - Foto: Jesús J. Matías

El maltrato físico y psíquico que padeció Monika Asenova a manos de su pareja era, sin duda, el secreto mejor guardado por los vecinos de la comarca. La mujer búlgara asesinada el 8 de julio en Salas de los Infantes había sufrido en los días previos dos agresiones de enorme gravedad, según las declaraciones de varios testigos ante la Guardia Civil. El 28 de junio, la misma jornada en que quemó la vivienda familiar, su compañero sentimental y asesino la esperó en la casa y la amenazó con un cuchillo para impedir que saliera para trabajar, tal como relató una amiga en sede policial. Se libró de ser apuñalada cuando, minutos antes de salir para iniciar su jornada, Monika le advirtió a Biser K. de que si no iba sus compañeras telefonearían a la Guardia Civil.

En la diligencias de la Benemérita aparece otro episodio de violencia que, sin duda, hacía prever el fatal desenlace de Monika. Su jefa recibió el 10 de junio un mensaje de Whatsapp de la víctima en el que le pedía que avisara a otra compañera del supermercado porque ella no podía presentarse a su puesto porque su marido la había pegado. Momentos después la telefoneó y le comentó que tenía el ojo derecho y parte de la nariz hinchados. También a través de Whatsapp le dijo que no era la primera vez que la maltrataba, pero no lo demostraba nunca. Todas esas capturas de pantalla se hallan en el procedimiento judicial que dirige el Juzgado de Instrucción de Salas de los Infantes. Una amiga también hace referencia en su declaración a estos hechos, al señalar que en el mes de  junio Monika tuvo que dejar de trabajar porque su marido le había pegado y se le notaban las marcas. Asimismo, la víctima le contó que hacía años que Biser le había propinado una paliza importante, cosa que sabían sus padres. Después de ese día, quien se convertiría en su asesino la vigilaba constantemente y controlaba los movimientos de sus tarjetas de crédito.

Su familia estaba al corriente de que su compañero sentimental la maltrataba. Su padre refiere en sus testimonios varios episodios. A los tres años de llegar a España, su hija le llamó y fue a buscarla, a ella y a sus hijas. Otra vez, Monika se presentó en su casa con una brecha en la cabeza y un ojo hinchado. Y también hace mención a los hechos del 28 de junio, cuando su hija le pidió que fuera a recogerla, junto a las niñas, tras lo cual Biser quemó la vivienda. Ese día le aseguró que no volvería con él, pero el 8 de julio -el del crimen- se encontraron en el piso de Salas para arreglar una documentación.

La pareja de su progenitor añade una información más a los hechos acaecidos el 28 de junio, cuando la víctima le comentó que Biser la había amenazado con matarla. Y la hermana de esta última declaró que Monika le confesó que su marido la pegaba desde hacía tiempo, que tenía miedo, porque la insultaba delante de las niñas. Los amigos la animaban a denunciar, pero ella reaccionaba diciendo que le tenía que dar una oportunidad por las hijas. Las niñas, por cierto, también son víctimas de Biser, pues según su abuela las pegaba y tenían mucho miedo.

Biser K. permanece en prisión provisional como presunto autor de un delito de asesinato y maltrato habitual con violencia física y psíquica hacia Monika y sus hijas. También se le investiga por un delito de acoso en concurso con coacciones, incendio y lesiones.