Roma dominó Occidente durante más de 1000 años. Sus hijos fueron los emperadores de medio mundo pero sus hijas no fueron tan fácilmente reconocibles. En El Corazón del Imperio, los Marco Antonio, Julio César o César Augusto ceden el papel protagonista a emperatrices, senadoras, esclavas, vírgenes vestales y gladiadoras. A mujeres que no se conformaron con dar a luz a emperadores, sino que decidieron quién ocupaba cada cargo. Cleopatra, Livia, Julia Mesa, Fulvia… nombres de mujeres cuya historia hay que reescribir. 

El Corazón del Imperio es a la vez una serie y un documental ficcionado, donde Santiago Posteguillo, ganador del premio Planeta y uno de los mayores conocedores del mundo clásico, nos guiará por la antigua Roma. Pero, como no podía ser de otra manera, estará asesorado y acompañado por historiadoras expertas en el papel de la mujer en Roma. Unas compañeras de viaje imprescindibles y esenciales, expertas tanto nacionales como internacionales.

Aitana Sánchez-Gijón (Velvet Colección), Sandra Escacena (Verónica), Erika Sanz (Águila Roja), Alba Luna, Carolina Garrido (Mercado Central), Inti El Meskine (Al final del camino), Jennifer Bucovineanu , María Granada (Sky Rojo) y Joana Pastrana serán las encargadas de poner rostro y voz a estas grandes historias de las mujeres en la antigua Roma. 

Mario de la Rosa, Anabel Béjar, Cesar Díaz, Pino Montes de Oca, Mauro Muñiz de Urquiza y Alfonso Delgado completan el reparto de esta producción creada por Santiago Posteguillo y dirigida por Israel del Santo.

Esta producción original de Movistar+ en colaboración con Globalset, constará de seis capítulos y ahora mismo se encuentra en el ecuador de su rodaje, que se está llevando a cabo entre Madrid, el Museo de las Villas Romanas (Valladolid) y Sofía (Bulgaria), en los míticos estudios de Nu Buyana, donde estuvieron rodando durante todo el mes de agosto. El Corazón del Imperio llegará a Movistar+ en 2021.

protagonistas. Aitana Sánchez-Gijón da vida a Julia Mesa, una mujer con carácter. Se convierte en la primera mujer en ser admitida en el Senado, la primera que participa de la política romana con un rango similar al de cualquier hombre. Es la única senadora de la Historia pero, a pesar de ello, pocos hasta hoy han escuchado su nombre.

Sandra Escacena es Fulvia, una de las grandes mujeres de la Roma del siglo I y olvidada por la Historia. Los cronistas de la época la describen como una mujer sin ningún interés por las labores atribuidas a su género: «Ningún interés por el hilado, ni en el hogar, tenía ansias de poder y deseaba ser comandante en jefe». Hay quien cuenta que la mismísima Cleopatra, con la que compartió a Marco Antonio como amante, llegó a afirmar que estaba en deuda con ella por haber enseñado a un hombre a obedecer la autoridad de una mujer.

Joana Pastrana, Erika Sanz y María Granada interpretan a las gladiadoras Amazona, Achilia y Aunia, mientras que Alba Luna es Heliogábalo, considerado como el peor emperador. Pero no por sus actos como gobernante, ya que emperadores desastrosos hubo y muchos… Heliogábalo quería ser mujer, un delito imperdonable para la época.

Carolina Garrido se mete en la piel de Livia, la perfecta mujer romana. Ella aúna todas las virtudes que una mujer ha de poseer: mujer bonita, figura maternal, madre y esposa. En dos años, con tan solo 16, Livia ya ha vivido dos partos, dos bodas y un divorcio: será esposa de un emperador (Octavio Augusto), madre de otro (Tiberio) y abuela de un tercero (Claudio). 

Inti el Meskine será Cleopatra. La seductora, la prostituta, la hechicera de hombres… Esa es la imagen que los historiadores, el cine y la literatura han tatuado en nuestro imaginario.

Sin embargo, los espectadores se encontrarán frente a una mujer formada en la Biblioteca de Alejandría, que estudió oratoria, política y derecho. Una diplomática capaz de hacerse entender en más de ocho idiomas y de la que, por cierto, tan solo se conocen dos amantes: Julio César y Marco Antonio.

Por último, Jennifer Bucovineanu es una Virgen Vestal, una de las figuras femeninas más respetadas de Roma. Dos cosas ha de guardar: el fuego sagrado del templo de Vesta y su virginidad.