A medida que aumentan los rebrotes y se acerca el mes de septiembre, la incertidumbre sobre la vuelta al cole, que arranca el día 9 en Infantil y Primaria, se acrecienta entre las familias. Hay algunas que han pasado a la acción al no compartir el protocolo de regreso a las aulas de la Junta de Castilla y León, que contempla la enseñanza presencial como único escenario, y han decidido unirse para crear el grupo Derecho a Enseñanza Sin Riesgo en Pandemia. Su reivindicación es la libre elección de los padres y madres sobre el tipo de docencia que quieren para sus hijos.

«Queremos que la asistencia sea voluntaria mientras durante la crisis sanitaria», explica Verónica García Muela, portavoz local de la agrupación de la que forman parte más de un centenar de familias burgalesas y cuenta con 9.000 seguidores en la red social Facebook en el conjunto de España. La idea de unirse con este objetivo surgió hace tres semanas tras conocer el documento de la Consejería de inicio del próximo curso, en línea con lo que propone también el Gobierno, que califica de «incomprensible» debido a las ratios existentes de 25 y 30 escolares por aula.

En este sentido, considera que no pueden organizarse las clases burbuja que se plantean para segundo ciclo de Infantil y primero de Primaria, «porque no existen y no se ha tenido en cuenta que hay hermanos en un mismo centro», mientras que en la ESO y Bachillerato la falta de espacios obligará a los alumnos a llevar puesta la mascarilla durante «seis horas de clase», con el añadido de que «los profesores no quieren ni pueden estar en todo».

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