Arlanza y Pinares estrenan el modelo de Atención en Red

DB
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La Junta de Castilla y León implanta en estas dos comarcas burgalesas un novedoso sistema asistencial para personas mayores y dependientes y en el que invertirá nueve millones en los próximos tres años y medio

Arlanza y Pinares estrenan el modelo de Atención en Red

La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha presentado esta mañana en Lerma (Burgos) el modelo pionero de Atención en Red, que la Junta va a poner en marcha en 95 municipios de las comarcas de Arlanza y Sierra de la Demanda.

Se trata de un proyecto innovador, paradigma del sistema de atención a la Dependencia 5.0 impulsado por el Gobierno de Mañueco, que tiene como finalidad ofrecer cuidados individualizados a las personas mayores, con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica, ya sea en centros residenciales o en su propio domicilio, de la mano de las nuevas tecnologías.

Acompañada por el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez; el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico; y la alcaldesa de Lerma, Maribel Sancho, la consejera ha detallado que este modelo responde al proceso de modernización de los Servicios Sociales de Castilla y León promovido por su departamento, que aprovecha el potencial de la tecnología para ponerla al servicio de la protección de los más vulnerables y de la construcción de un futuro con más y mejores oportunidades. 

La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades invertirá nueve millones de euros en esta primera fase de implantación de la Atención en Red en la provincia burgalesa, que se prolongará durante tres años y medio. La previsión es prestar apoyo y cobertura a 255 personas en el medio rural y generar más de un centenar de empleos.

De este modo, se avanza en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el presidente Mañueco y la consejera Isabel Blanco de extender este modelo de atención por todo el territorio autonómico, tras la experiencia piloto que se está ya desarrollando en Salamanca (en las mancomunidades de Vitigudino y Cabeza de Horno), y la iniciada en junio en Zamora (en las comarcas de Aliste y Sayago).

La Atención en Red pivota sobre tres ejes, complementarios entre sí: ‘A gusto en casa’, ‘Viviendas en Red’ y el nuevo modelo de atención residencial. En los dos primeros, el usuario recibe servicios de calidad en su propio entorno, permitiendo así que pueda permanecer en su hogar de forma digna y segura hasta el final de su vida.

El tercero emerge de la transformación de las residencias, al amparo de una ley autonómica en fase de tramitación, que además de acomodar su diseño al formato de unidades de convivencia que replican el tamaño y el ambiente del hogar familiar, promueve centros multiservicio. Dicho de otro modo, a sus instalaciones de comedor o lavandería o a sus servicios de promoción de la autonomía tienen acceso los usuarios de ‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’.

Por lo tanto, la Atención en Red conjuga los cuidados en domicilio y en centros residenciales, y los conecta entre sí por medio de un paquete común de productos tecnológicos y servicios de apoyo, por un lado, y una red de profesionales volcados en la atención y protección de los más vulnerables, por otro.

Su finalidad es aportar soluciones innovadoras a los cuidados de larga duración y favorecer que las personas con necesidades de apoyo, como protagonistas de su proyecto de vida, puedan optar por seguir viviendo en sus hogares o ingresar en un centro residencial.

El proyecto se ajusta a la realidad sociodemográfica y territorial de Castilla y León, marcada por un envejecimiento acusado –donde uno de cada cuatro habitantes tiene más de 65 años– y unas condiciones de baja densidad y alta dispersión de su población –repartida en miles de pequeños núcleos rurales.

‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’ se basan en la configuración de hogares seguros a partir de la adecuación de las estancias –por ejemplo, con intervenciones para la supresión de barreras arquitectónicas o, en su caso, obras de rehabilitación– y la incorporación de las ayudas técnicas y tecnológicas.

En ‘A gusto en casa’, las casas son propiedad del usuario, mientras en ‘Viviendas en Red’ están cedidas por los ayuntamientos, que las gestionan en régimen de propiedad o de alquiler. Este segundo modelo está ideado para facilitar el retorno al pueblo de aquéllos que un día emigraron y ahora desean volver a sus orígenes y llegar al final de su vida en un hogar, arropados por su entorno.

En ambos sistemas es decisivo el papel proactivo de los profesionales, quienes en el sistema de ‘Viviendas en Red’ también tienen acceso a casas públicas en régimen de alquiler social, fomentando que se instalen con sus familias en los municipios en los que prestan sus apoyos a las personas vulnerables.

De ahí el potencial de este proyecto para generar puestos de trabajo y, con ello, fijar población en el medio rural. No hay que olvidar que Castilla y León es la Comunidad líder en creación de empleo vinculado a la dependencia y abandera la profesionalización de los Servicios Sociales.

Los programas ‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’ están diseñados para ofrecer atención en el hogar fomentando la autonomía personal y el envejecimiento activo,  previniendo la dependencia, y promoviendo la implicación de los vecinos con las personas mayores para procurar su participación social, su bienestar y su calidad de vida.

En la activación de estos modelos de atención son clave los profesionales, que planifican los cuidados en coordinación con el personal sanitario, y lo hacen apoyándose en dos herramientas. La primera son los sistemas tecnológicos de inteligencia artificial y emocional, los dispositivos y ayudas técnicas, tales como la Teleasistencia Avanzada o los robots sociales. Y la segunda son los recursos disponibles en los centros residenciales y de día, concebidos como plataformas multiservicios.

Se estima que con el desarrollo de ambos proyectos se garantizará la atención de 255 personas a lo largo de los 42 meses y se generarán más de un centenar de empleos a jornada completa. Todo ello conllevará una inversión de nueve millones de euros en este periodo, de los que siete millones están asociados a la prestación de servicios, que en Burgos se realizará de la mano de la Fundación Aspanias Burgos.

Precisamente, la colaboración de los proveedores de servicios, junto a las corporaciones locales, las redes de apoyo vecinal, los cuidadores y las familias es esencial para el funcionamiento exitoso del modelo.

Inversión de 80 millones de euros para modernizar las residencias

El tercer vértice del proyecto ‘Atención en Red’ los constituyen los centros residenciales adaptados al nuevo modelo de cuidados, tanto desde el punto de vista arquitectónico como funcional. Las residencias del futuro se estructurarán en unidades de convivencia, es decir, módulos diseñados como pequeños hogares con capacidad para un máximo de 16 personas.

La ley autonómica que regulará su funcionamiento apuesta también por un sistema moderno e innovador, ya que introduce mecanismos para promover y evaluar la calidad de los servicios residenciales que prestan a partir de estándares europeos. Y establece una reorganización de profesionales y tareas para garantizar siempre que el usuario pueda desarrollar su proyecto de vida.

La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades avanza ya hacia ese innovador modelo residencial, con un esfuerzo inversor de 80 millones de euros en los próximos tres años. Unos recursos, tanto autónomos como procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, que empleará en la construcción de tres nuevas residencias –en Ávila, Salamanca y Zamora–; en obras de modernización y mejora de centros de Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid, y en la ampliación de plazas de convalecencia y la reconversión de plazas públicas residenciales de personas válidas en otras para dependientes.

En el caso concreto de Burgos, las principales actuaciones son la remodelación y adaptación de unidades de convivencia en la Residencia de Mayores Burgos I, que conllevará una inversión de 2,8 millones de euros; la remodelación y adaptación de la estructura del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Psíquica (CAMP) Fuentes Blancas, con un presupuesto de casi 770.000 euros; y las obras de remozado del Centro Ocupacional El Cid, a las que se destinará otra partida de 770.000 euros.