Von der Leyen avisa de la "fragilidad" de la Unión Europea

Europa Press
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La máxima dirigente de la CE llama a una "nueva vitalidad" del bloque comunitario y pide mayores competencias en Salud para los Veintisiete y elevar al 55% el objetivo de reducción de emisiones en 2030

Von der Leyen avisa de la "fragilidad" de la Unión Europea - Foto: OLIVIER HOSLET

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha advertido este miércoles en el Parlamento Europeo de que el proyecto comunitario se encuentra actualmente en una etapa de "fragilidad" que requiere de una "nueva vitalidad" que permita a la UE avanzar en campos clave como la economía, el clima o la agenda digital en un entorno marcado aún por la "incertidumbre" que supone la pandemia de coronavirus.

La alemana ha hecho balance de su primer año como jefa del Ejecutivo comunitario y ha desgranado sus prioridades y objetivos para los próximos meses en el que ha sido su primer discurso sobre el Estado de la Unión, que se ha prolongado durante más de una hora y que ha abierto recordando a los profesionales que se han enfrentado al virus "en la primera línea".

"(La pandemia) nos ha mostrado lo frágil que es nuestra comunidad de valores y lo rápido que puede ser puesta en cuestión. La gente quiere salir de este mundo del coronavirus, de esta fragilidad, de esta incertidumbre. Y este es el momento para que Europa lidere el camino desde esta fragilidad hacia una nueva vitalidad", ha enfatizado.

Además, ha reivindicado el papel desempeñado por Bruselas durante la crisis del coronavirus para mitigar el impacto de la pandemia, frente a la falta de coordinación entre Estados miembros, por lo que ha reclamado una "Unión de la salud más fuerte", que pase por ceder competencias a la UE y por asignar más fondos a esta área.

"Creo que está claro que necesitamos construir una Unión Europea de la salud más fuerte y, para que ello sea una realidad, debemos aprender las lecciones de esta crisis", ha pedido en su intervención inicial, antes de apelar a iniciar la reflexión sobre la necesidad de que los países de la UE cedan competencias en materia sanitaria a la Unión Europea.

Entre las iniciativas para reforzar la estrategia común en materia de Salud, la alemana ha pedido mayor financiación europea, más peso para el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y ha apuntado la creación de una agencia europea para la investigación clínica, a imagen de la estadounidense BARDA (Autoridad para el Desarrollo e Investigación Biomédica Avanzada).

 

La UE debe estar "orgullosa" de la respuesta económica

En su opinión, la UE debe estar "orgullosa" de la rapidez con la que ha articulado una respuesta económica a la pandemia -principalmente a través del plan de recuperación de 750.000 millones financiado, por primera vez, por deuda conjunta- y también ha subrayado que todavía no ha llegado el momento para retirar los estímulos económicos.

Sin embargo, el principal anuncio de Von der Leyen ha sido la esperada revisión del objetivo de reducción de emisiones de CO2 del bloque para 2030, que ha propuesto elevar desde el 40% actual hasta "al menos" el 55%, en comparación con el nivel de 1990.

El clima y la lucha con el cambio climático es una de las prioridades de su mandato y también ha sido uno de los puntos a los que ha dedicado mayor atención en su discurso. La presidenta de la Comisión ha asegurado además que el 37% del plan europeo de relanzamiento estará dedicado a la acción climática y que el 30% de la deuda que emita para financiarlo seguirá criterios medio ambientales.

La transición digital, el otro pilar de su mandato, ha sido también protagonista en sus palabras ante los eurodiputados. Von der Leyen ha advertido en este sentido de que, si Europa no lidera esta transición, tendrá que asumir los "estándares" impuestos desde otras partes del mundo.

En este punto, ha aprovechado para anunciar que Bruselas desvelará "pronto" una propuesta legislativa para crear una "identidad electrónica" europea que los ciudadanos del bloque puedan utilizar para "hacer cualquier cosa". "Desde pagar sus impuestos a alquilar una bicicleta", ha dicho.

Von der Leyen ha hecho también una llamada a la unidad y la solidaridad en el bloque, un espacio en el que no cabe la discriminación o el racismo. "En esta Unión, combatir el racismo nunca será opcional", ha enfatizado, para después avanzar que creará el puesto de "coordinador antirracismo" de la UE.

De la misma forma, ha lanzado un mensaje al Gobierno de Polonia remarcando que las llamadas zonas libres de personas LGTBIQ "no tienen cabida en la UE". "Ser uno mismo no es tu ideología, es tu identidad y nadie te lo puede quitar", ha señalado antes de avanzar que Bruselas presentará una estrategia para "fortalecer los derechos" de las personas LGTBIQ.

Von der Leyen también ha abordado otras claves para Europa como el Brexit (recordando al primer ministro británico Boris Johnson que si incumple el acuerdo de divorcio perderá la confianza de la UE) o las relaciones con Estados Unidos. Asimismo, ha insistido en el respaldo a las protestas en Bielorrusia y ha sido muy crítica con respecto a la relación entre Bruselas y Moscú, después de que esta se haya enturbiado aún más tras el envenenamiento del opositor Alexei Navalni.

 

Reformar las reglas de asilo

Von der Leyen también se ha referido a la propuesta que Bruselas presentará la próxima semana para reformar la política de asilo y migración, aunque lo ha hecho de manera breve sin desvelar las claves del mecanismo de solidaridad sobre el que el Ejecutivo comunitario quiere apoyar su iniciativa.

En plena crisis por los cerca de 12.000 refugiados que continúan en condiciones dramáticas en la isla griega de Lesbos tras el fuego que arrasó el campamento de Moria, Von der Leyen ha pedido a los Veintisiete asumir la urgencia de llegar a un acuerdo que establezca las nuevas reglas.

Porque la jefa del Ejecutivo comunitario ha dicho que el objetivo es "abolir" el actual reglamento de Dublín que obliga a los países de entrada a asumir la tramitación y acogida de todos los refugiados que llegan a su territorio, de modo que se cree un nuevo sistema de gestión común de la migración, con "estructuras comunes" para el asilo y el retorno de los que no logren estatus de refugiado.

En cualquier caso, ha recalcado, la propuesta comunitaria incluirá un mecanismo de solidaridad para asegurar que los Estados miembros se reparten la carga de la presión migratoria, aunque no ha aclarado con qué variantes espera salvar el rechazo tajante de países como Hungría o Polonia a formar parte de un reparto de este tipo.