Tras varios años de tira y afloja, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organización internacional asociada a la Unesco y encargada de velar por la buena conservación de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, ha llegado a un punto de entendimiento con el Ayuntamiento para poder ejecutar en su totalidad las obras de rehabilitación de Las Llanas. El organismo asesor ha dado su conformidad a la intervención para adecentar la medianera de la fachada e instalar las nuevas luminarias, los elementos que habían generado discordia del proyecto original, y los pequeños matices que se sugieren para la actuación han sido gratamente recibidos por el equipo de Gobierno, que no ve inconveniente en modificar pequeños detalles para que la iniciativa salga adelante.

En relación a la solución propuesta para la medianera, Icomos es contundente al reconocer que «la demolición de las fincas más próximas a la Catedral en el siglo XIX y el acabado temporal a base de ladrillo que se dio a la medianera, hoy visible, degradó este ambiente urbano por la estridencia de su color y, lo que es más importante, por su falta de vibración». Es decir, admite la conveniencia de cambiar la medianera actual ya que, tal y como está en la actualidad, produce un daño estético al entorno.

Pero quizá lo más llamativo es que Icomos, en el escrito que ha hecho llegar al Ayuntamiento, da un portazo a la posibilidad de que en esa medianera, tal y como reclamaban los vecinos, se pudieran abrir huecos para crear ventanas y accesos al inmueble.

Lo hace cuando, de manera tajante, cuando se refiere «al caso de esta pared, que por su carácter de medianera, en la que habría que evitar el lenguaje y la composición de una fachada tradicional».

El único cambio que propone realizar en la medianera respecto a la última propuesta del Ayuntamiento es que en su parte baja, donde está previsto una especie de revestimiento de piedra, se utilice piedra natural ocre caliza (mucho más clara que la que se quería utilizar inicialmente) en lugar del gris-negro de la piedra de Marquina, definida para el pavimento de base».

Cabe recordar que en la parte superior se utilizan una serie de escamas de cerámica que recrean, mediante píxeles, el primer grabado de la ciudad de 1560, con el que el autor del proyecto quiere lanzar un mensaje de Burgos a la Catedral.

Esta idea no solo le gusta a Icomos, sino que sugiere la colocación de una especie de placa o similar «incisa en la piedra» y «a modo de plano-guía» en la que se explique lo que representa la medianera ya que el grabado no se identifica en la distancia corta.

El concejal de Fomento Daniel Garabito, avanza que el Ayuntamiento se ha puesto ya manos a la obra para licitar estos trabajos que se habían excluido del concurso para la remodelación de Las Llanas. Estas actuaciones supondrán un desembolso de unos 200.000 euros y podrían estar listas para el VIII Centenario de la Catedral.