«Es un libro bastante descarnado, tan realista que asusta»

M.G.Z.
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El libro de mi vida (9) | Pablo López León, militar del Regimiento de Ingenieros nº1: 'Los desnudos y los muertos', una novela bélica escrita por un autor que ha vivido el horror de la guerra en primera persona

Pablo López León, militar, lee la primera obra del escritor y periodista estadounidense Norman Mailer. - Foto: Valdivielso

Pablo López León es militar del Regimiento de Ingenieros Nº1, unidad encargada de las funciones de combate de apoyo a la movilidad, la contramovilidad y el apoyo general de ingenieros; actualmente se dedica a las tareas de logística.

Para el cabo León la lectura siempre ha sido un ejercicio fundamental. «Mis padres han sabido transmitirme mucho gusto por la lectura. En mi casa leer es importante, pero no leer cualquier cosa, sino con cierto criterio ya que es muy instructivo y te hace descubrir cosas maravillosas», dice. El burgalés de adopción destaca tres libros que tienen un gran significado a lo largo de su vida. El primero de ellos es Los desnudos y los muertos (1948), de Norman Mailer, del que remarca el nivel de detalle y cómo el autor, ganador de dos premios Pulitzer, es capaz de explicar un acontecimiento tan terrible como la guerra. «Quizás es el libro donde yo me sentí adulto cuando lo leí; es bastante descarnado, es tan realista que asusta... Estás oliendo el libro, la pólvora, el frío, el sudor, la lluvia...», comenta.

La obra presenta la historia de un grupo de jóvenes soldados reclutados para realizar una misión durante la II Guerra Mundial. Uno de los aspectos que más valora el cabo León hace alusión a que, a diferencia de otras novelas bélicas, esta pieza no trata de mostrar un relato amable o heroico, sino que aporta una visión más humana y psicológica de los protagonistas; y es que la pieza ha sido escrita por alguien que ha vivido la guerra en primera persona. «Tenemos la imagen separada de lo que es el ejército, esa gente que va con uniforme; pero esas personas al llegar a su casa son gente normal. Y esto es igual, son personajes corrientes en una circunstancia nada corriente como la guerra y les da una humanidad que en otras obras no se consigue ya que deshumanizan al militar o soldado y estos son tan humanos como cualquier otra persona», añade.

En contraposición, la segunda propuesta El viaje del elefante (2008), de José Saramago está contada de una forma más dulce y jovial. La pieza combina la ironía, el sarcasmo y el humor a partir de hechos reales e inventados que hacen de la lectura un momento de desconexión y evasión. «En el confinamiento la lectura me ha dado la vida. Imagínate un tipo que está encerrado en casa durante 8 o 9 meses y de repente está viajando por toda Europa montado en un elefante», señala. En suma, una original historia sobre el elefante Salomón, un regalo del rey Juan III a su primo, que recorre Europa para dar respuesta a los caprichos reales.

Por último, el cabo León hace referencia a 1984,  del año 1949, de George Orwell. La novela distópica describe un régimen totalitarista dominado por la figura del Gran Hermano, el gran ojo que todo lo ve y controla. En este contexto, la trama se centra en Winston Smith, trabajador en el Ministerio de la Verdad encargado de reescribir la historia conforme a los intereses del partido, quien intentará rebelarse contra la manipulación y el autoritarismo. «Este libro ha estado en mi casa siempre, he crecido con él. Recuerdo que cuando era niño ese ojo de la portada me miraba y siempre me llamó la atención», señala. El militar confiesa que esta fue una de las obras que le animaron a cursar Ciencias Políticas y a la que considera un clásico en estos estudios.