Listos para ser la Ciudad Europea del Vino

Adrián del Campo
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La afluencia de público, la implicación de los vecinos y la variedad de escenarios sellan el éxito de la III Fiesta de la Vendimia en Aranda

El pisado de la uva y la obtención del primer mosto fue uno de los momentos de mayor afluencia de la III Fiesta de la Vendimia. - Foto: Julio Calvo

Calles llenas de gente, de visitantes y vecinos. Terrazas y barras en las que cuesta hacerse un hueco. Música por todas partes, incluidas charangas que suenan desde primera hora, y hasta la última. Una población que se implica en las celebraciones, que abre las puertas a los foráneos e incluso les invitan a conocer las bodegas subterráneas, con sus respectivos tragos de vino. Eso es Aranda de Duero cuando hay que festejar y ayer lo volvió a demostrar en la III Gran Fiesta de la Vendimia organizada por el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, el Ayuntamiento y la Ruta del Vino.

Los actos, que empezaron ya el viernes, se retomaron ayer a las 13.00 horas en una Plaza Mayor repleta de público. Ya en la presentación de la fiesta se empezaron a hacer los primeros guiños a los habitantes de la zona, con agradecimientos a bodegueros y viticultores y a los ribereños en general, y a su espíritu. "Nosotros maridamos el vino con cultura, música, brindis y vida, y la vida se vive en la calle, en las calles de Aranda de Duero", destacó la presentadora.

El ambiente del público aumentó cuando apareció en el escenario la actriz y humorista Silvia Abril. Con su espontaneidad desató las carcajadas de todos los asistentes, a los que les preguntó si ya estaban fritos, en alusión al sol que hacía a muchos esconderse en la sombra. Sin abandonar su gracia, Silvia Abril, ya como nueva embajadora oficial de la DO, celebró lo "simpatiquísima" y "encantadora" que es la  gente de la ribera. "Sois de puta madre", aseveró".

Tras el empuje de Silvia Abril en el escenario llegó el momento de presentar a la Ribereña del Año, aunque antes la organización tuvo que explicar la ausencia del anterior dueño del título, Quequé. Según explicó la presentadora, el humorista tuvo que abandonar la Ribera "antes de lo que le gustaría" por problemas de salud. "La edad no le ha permitido estar con nosotros", ironizaron. A pesar de ello, en la organización le agradecieron haber defendido "tan bien" la DO Ribera del Duero en el programa ‘La Vida Moderna’, aunque no se responsabilizaron del enfrentamiento provocado por el humorista con la DO Rioja. Cosas de la comedia. Ahora sí, subió al escenario la nueva Ribereña del Año, la actriz Lucía Jiménez. Apareció sin decir una palabra. Directamente con el micrófono en la mano y arrancándose a cantar a la Ribera del Duero. En su posterior discurso remarcó su gusto por "el bueno vino".

Después de los nombramientos oficiales y la entrega de dos botellones -dos grandes botellas de la DO personalizadas-, uno a Silvia Abril y otro a Lucía Jiménez, llegó el momento del pisado de la uva. La gente empezó a amontonarse  por conseguir un vaso del primer mosto del año. Una vez degustado, los agobios de la gratuidad se acabaron y las casetas de las diferentes bodegas se repartieron a la multitud. Entre copa y copa, concierto y concierto, risa y carcajada se selló el éxito de la Fiesta de la Vendimia. Éxito que también es de Aranda, porque nunca falla como sede. Una demostración más de que la villa ya está preparada para ser Ciudad Europea del Vino 2020. Título al que aspira frente a Rueda y Haro. Para imponerse, Aranda tiene la fuerza de su gente, su cercanía y alegría. Porque, ¿qué hay mejor que disfrutar del vino rodeado de personas que te hacen sentir como en casa?