68 denuncias en el puente y conatos de botellón

F.L.D.
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La Policía Local recibió solo el domingo 60 avisos ciudadanos por incumplir el distanciamiento social

Una patrulla informa a una joven que hacía deporte. - Foto: Christian Castrillo

La mala experiencia de la pasada semana, el buen clima y la entrada en vigor de los horarios para que los ciudadanos pudieran pasear y hacer deporte eran un mal presagio en el inicio de la desescalada. Sin embargo, las imágenes de otras ciudades que navegaron por los teléfonos móviles, y en las que mostraban aglomeraciones de personas, distaron mucho de lo que se vivió a lo largo del fin de semana en Burgos. El comportamiento fue, en palabras del alcalde, Daniel de la Rosa, «ejemplar», aunque no estuvo exento de incumplimientos. Desde el 3 de abril hasta el 1 de mayo, la Policía Local denunció a 68 personas, casi la mitad entre el sábado y el domingo, según fuentes del cuerpo municipal. 

Que la gente estaba bastante concienciada en que la salida del sábado debía ser controlada también es notorio en la cantidad de llamadas que recibió la Policía Local -solo 60 a lo largo del domingo- para avisar de pequeñas reuniones y conatos de botellón en algunas zonas algo más apartadas de la ciudad. Según fuentes policiales, hubo alertas de este tipo en Fuentes Blancas y en la zona del Parque de Europa, aunque no se pudieron certificar. 

Lo que sí que disolvieron los efectivos policiales fue una reunión de jóvenes que se produjo el domingo en la calle Juan Bravo, en la zona de Comuneros. Allí sorprendieron a cinco personas que recibieron una propuesta de sanción por incumplir las medidas de distanciamiento social recomendadas por las autoridades sanitarias. 

Pero al margen de estos episodios ciertamente aislados, De la Rosa se mostró especialmente satisfecho con lo que calificó de «responsabilidad» de los burgaleses en el primer fin de semana de la desescalada. De hecho, destacó ayer, el número de incidencias fue bastante inferior al del domingo pasado, cuando cientos de familias se echaron a la calle en la jornada que supuso la ‘liberación’ de los más pequeños de la casa. 

En cualquier caso, el regidor municipal no se quiso dejar llevar por la euforia del comportamiento de los ciudadanos y recordó que aún resta mucho trabajo por hacer hasta poder completar el camino hasta la nueva normalidad. De hecho, se avecinan nuevas etapas que podrían comenzar a partir del próximo lunes. La cautela, sin embargo, reina en el seno del número 1 de la Plaza Mayor. 

Sin ir más lejos, el alcalde dejó claro que no es importante iniciar la semana que viene la fase 1, algo que decidirá el Gobierno en base a unos criterios sanitarios, sino hacerlo en condiciones de garantías. «No me importa si Burgos no entra ya. Es mejor retrasar la desescalada que precipitarse», subrayó en su llamamiento a las autoridades que concreten las medidas.