Caja de Burgos creará 50 empleos en su residencia de mayores

G. Arce
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La Fundación destina 10 millones para la construcción de un edificio de 5 plantas que albergará 80 nuevas plazas, la mayor inversión que ha acometido hasta la fecha

Vista del complejo que ocupa la residencia de Caja de Burgos y el colegio Virgen de la Rosa - Foto: Alberto Rodrigo

La Fundación Caja de Burgos ultima estos días la que será la mayor inversión que ha realizado desde su constitución, hace siete años. Se trata de los 10 millones de euros que destinará a la ampliación de la residencia de mayores ubicada en el número 35 de la avenida de Cantabria, en el mismo espacio que comparte con el colegio Virgen de la Rosa. El nuevo edificio -con cinco plantas, bajo y sótano- sumará 80 nuevas plazas de residentes a las 136 con las que ya cuenta este complejo y supondrá la creación de 50 puestos de trabajo a más de los 70 que hay actualmente en plantilla.

Se trata de la segunda ampliación que sufre la residencia de Caja de Burgos, antes conocida como El Remanso. El primer edificio del complejo data de principios de los años 70 y en el año 2002 se sumó un segundo inmueble. La reforma en marcha se enmarca dentro del Plan Estratégico de la Fundación, concretamente, dentro de la línea de Asistencia y Solidaridad, y pretende dar respuesta a una demanda creciente de este tipo de servicios a las personas mayores. De hecho, la residencia alcanza un ratio de ocupación del 95% en la actualidad y tiene una lista de espera de 215 demandantes, lo que duplica holgadamente su capacidad actual.

CALENDARIO. Los tiempos que baraja la Fundación sitúan el inicio de las obras -si se cumplen los plazos de las licencias urbanísticasen torno al mes de mayo del próximo año. De acuerdo a estas previsiones, el edificio estaría terminado y en funcionamiento para finales de 2021.

Las obras no supondrán cambio alguno en el normal funcionamiento de la residencia y del colegio Virgen de la Rosa, que quedarán aislados de la zona donde se desarrollen las actuaciones.

Los preparativos en torno a este proyecto se remontan a dos años atrás y en los mismos han intervenido los integrantes de la plantilla del centro que han aportado su experiencia y conocimiento.

El pasado año, la Fundación realizó los análisis catastral y registral de este espacio de 21.817 metros cuadrados, delimitados al este por la avenida de Cantabria, al norte por los Reyes Católicos, al oeste por la calle Soria (traseras de la parroquia de San Martín de Porres) y al sur por calle Manuel de la Cuesta. Se han unificado las dos parcelas que englobaba, la de la residencia y la del colegio, ambas propiedad de la Caja.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permite una edificabilidad 2 m2 por m2 , por lo que la edificabilidad máxima son 43.634 m2 . La superficie de la nueva ampliación es de 5.795 m2 , por lo que aún quedaría un remanente para más actuaciones en este espacio.

Caja de Burgos ha encargado al despacho de arquitectos BSA el estudio de detalle, que ya se ha presentado en el Ayuntamiento, y el diseño del nuevo inmueble.

‘COMO EN CASA’. La Fundación apuesta por el modelo convivencial en las residencias que viene impulsando la Junta de Castilla y León (denominado ‘como en casa’) y que en el complejo de Caja de Burgos ya se aplica desde hace dos años en la sexta planta del edificio original. Así, de acuerdo a este modelo, las cinco plantas del nuevo inmueble serán independientes y contarán con sus propias zonas de comedor, salas de estar y de actividades. Cada residente podrá personalizar su habitación con sus propios muebles y enseres.

La residencia actual cuenta con 136 plazas repartidas entre 86 habitaciones individuales y 26 dobles. Está prepara para acoger válidos y asistidos de grado 1 y 2, dependienCALENDARIO. Los tiempos que baraja la Fundación sitúan el inicio de las obras -si se cumplen los plazos de las licencias urbanísticasen torno al mes de mayo del próximo año. De acuerdo a estas previsiones, el edificio estaría terminado y en funcionamiento para finales de 2021. Las obras no supondrán cambio alguno en el normal funcionamiento de la residencia y del colegio Virgen de la Rosa, que quedarán aislados de la zona donde se desarrollen las actuaciones. Los preparativos en torno a este proyecto se remontan a dos años atrás y en los mismos han intervenido los integrantes de la plantilla do de sus carencias cognitivas y motoras.

El nuevo edificio se ubicará de forma perpendicular al actual, con el que estará conectado a través de su planta baja. Contará con una unidad de convivencia en cada una de sus 5 plantas. Cada planta, de 850 m2 , se distribuye en 14 habitaciones individuales y 2 dobles (ambas de 23 m2 ) y 90 m2 de zonas comunes. En total, 70 habitaciones. En el inmueble se ha tenido en cuenta la mayor eficiencia posible desde el punto de vista térmico y lumínico.

El incremento de residentes conllevará también mejoras en todos los servicios generales del complejo, como las cocinas, la lavandería, la administración, el centro de terapia ocupacional, entre otros. Asimismo, se va a acometer un aparcamiento en superficie en la zona más próxima a la avenida de Cantabria, se creará un nuevo acceso desde la calle Soria y el bloque 2 contará con una escalera de emergencias.

Este proyecto se apoya en una serie de fortalezas que Caja de Burgos subraya: «ubicación céntrica, servicio de calidad, alto índice de satisfacción de los usuarios (4,4 sobre 5), plantilla altamente cualificada y con poca rotación, ocupación plena y alto conocimiento del residente». De hecho, hay algunos que suman 30 años viviendo en este centro.

La proximidad al colegio Virgen de la Rosa, dependiente también de la Fundación Caja de Burgos, no es un inconveniente sino una virtud de esta oferta residencial. Es más, permite el desarrollo de actividades intergeneracionales (talleres de cocina, cuentacuentos...) que están teniendo una gran aceptación entre los escolares y sus vecinos mayores.