El fundador, propietario y consejero delegado de Aciturri, Ginés Clemente, ha reconocido esta tarde que están "atravesando algunas turbulencias" con el parón en las ventas del Airbus A-380 y con la crisis de seguridad del Boeing 737 MAX. "Todas las cosas malas que pasan en el sector nos afectan a todos", ha indicado antes de compartir su tiempo con los alumnos del Máster en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Burgos.
Clemente, sin embargo, cree que Boeing "es una gran empresa que va a ser capaz de dar la confianza a sus usuarios y a sus clientes" y que los dos recientes accidentes que han sacado del espacio aéreo de más de 40 países a este modelo de avión se deben a "problemas técnicos que no me cabe duda de que (Boeing) va a resolver".
Pese a los citados "problemas", Clemente ha remarcado que el sector aeronáutico "crece al 5% al año", y que aunque pasen por "momentos de turbulencias", estos les dan "visibilidad, posibilidades y trabajo a largo plazo".
Posteriormente, el fundador de Aciturri, ha desvelado a los alumnos del MBA de la UBU que es empresario por "un fracaso serio" que vivió prácticamente en primera persona cuando tenía 14 años, y que eso le hizo moverse para recuperarse, aunque "ni en sueños pensé que podía conseguir esto", ha admitido, refiriéndose a la multinacional de 1.500 trabajadores de la que sigue al frente a sus 66 años. A los presentes ha tratado de "inocular el veneno de ser empresario" porque, cree, "hay pocas cosas tan gratificantes como crear puestos de trabajo".