La dirección del HUBU lleva meses tratando de contratar anestesistas a través de las sociedades científicas que aglutinan a estos especialistas, tanto en Castilla y León como en España. Una búsqueda a la que, periódicamente, han añadido distintos portales de empleo, aunque sin éxito en ningún caso. Así, este verano han decidido dar un paso más y por primera vez han recurrido a la red de cooperación para el empleo y para la libre circulación de trabajadores EURES (Servicios europeos de empleo, en sus siglas en inglés), con el propósito de atraer a Burgos a cinco especialistas en Anestesiología. Una cifra que, sin embargo, no cubre todas las vacantes: el complejo burgales está trabajando este verano con diez profesionales menos que hace un año.
En el anuncio, que se puede consultar en el Boletín de Empleo de Castilla y León, se están ofertando cinco contratos indefinidos, a jornada completa y con incorporación inmediata. La dirección médica del HUBU añade que son «contratos de interinidad, los mejores posibles dentro de la administración sanitaria», pero admite que, de momento, no están obteniendo los resultados deseados y la plantilla de anestesistas sigue en mínimos. De hecho, este verano se está trabajando con 33 profesionales, que son menos de los imprescindibles para mantener el ritmo cotidiano fuera del período vacacional. Esa situación ahora, cuando el personal coge vacaciones, tiene todavía más repercusión. Y no solo en los quirófanos.
El número de procedimientos y pruebas en las que se requiere de la presencia de un anestesista no ha dejado de incrementarse en los últimos años, como prueba el hecho de que la Consejería de Sanidad considere que un hospital del tamaño y características del HUBUdebe tener un mínimo de 41 médicos de esta especialidad. Esa es la cifra aprobada en la plantilla orgánica del complejo burgalés, que podría completarla con otros cuatro eventuales de larga duración. Es decir, que Sacyl autoriza la contratación de hasta 45 anestesistas. Un máximo con el que, sin embargo, el HUBU todavía estaría por debajo de los efectivos autorizados para hospitales similares como es el caso de León (46 profesionales) o Salamanca (tiene 56). En el Clínico de Valladolid y en el Río Hortega las cifras, al menos sobre el papel, son más similares a las del HUBU (43 y 36, respectivamente). Sin embargo, la dirección del complejo burgales considera que, «comparativamente», tiene «unos diez anestesistas menos que los hospitales de nuestro nivel».
Y de ahí que se haya optado por recurrir a la red europea EURES, para ampliar la búsqueda de candidatos potenciales a incorporarse a la plantilla del HUBUde inmediato, ya que este verano ha habido que reprogramar la actividad para poder dar salida a las cirugías más urgentes en tiempo y forma según la gravedad (30, 60 o 90 días), pero la presión con respecto a la lista de espera es mucha, y no solo por parte de la ciudadanía, también de la Administración.
Los actuales responsables de Sacyl rompieron con la tradición de informar únicamente de las personas que forman parte de la denominada lista de espera «estructural»; es decir, aquellos con preoperatorio, que tienen fecha y hora confirmadas para la cirugía. Así, a las 2.832 personas en esta situación que esperaban para entrar en quirófano a finales de junio, Sacyl añadió otras 2.042 con indicación de operación, pero sin preoperatorio ni fecha alguna. Es decir, cifró la lista de espera del HUBU en 4.874 personas. Un total que en el próximo balance (a mediados de octubre) debería haberse reducido. Pero teniendo en cuenta que lo habitual del verano es que se incremente la lista y que el HUBU está trabajando con cuatro o cinco quirófanos menos de los que debería tener en marcha si contara con toda la plantilla, parece algo difícil que el complejo pueda rebajar lista de espera.