El comité de empresa de Aspanias está preocupado. Los trabajadores de la entidad tienen aún pendiente el pago de una nómina y a su juicio el horizonte que se le viene al grupo no es nada bueno. El último caso en estallar ha sido la salida de cinco empresas de los acuerdos que tenían con la Fundación CISA, organismo ‘hermano’ de Aspanias y que nutre de empleados a las compañías. Según denuncian desde el citado comité, en el centro especial de empleo la atención a los clientes «no está siendo todo lo buena que debería», lo que ha provocado el abandono ante la falta de trabajadores que atiendan sus demandas. «Nos parece muy grave, máxime cuando aún mantienen 76 personas en el ERTE», critica Rafael Lacalle, delegado de UGT. La inestabildad en CISA puede provocar, augura Lacalle, una posible desaparición de la Fundación, que dejaría en la calle a cerca de 300 empleados, de los que aproximadamente 250 cuentan con algún tipo de discapacidad. «Sería una catástrofe para Burgos y para las familias de los afectados», asegura.
A la carencia de personal disponible se une, indican, una deficiente limpieza de las instalaciones de la FundaciónCISA, especialmente acuciante en plena pandemia de la Covid-19, cuando las medidas de higiene han de ser especialmente reseñables para evitar contagios. «La están teniendo que asumir profesionales de Aspanias porque no tienen personal suficiente, lo que provoca una sobrecarga de trabajo y empeora la calidad del servicio. Nos preocupa», apunta Lacalle.
«lo están dejando caer». En UGT son pesimistas con el futuro de la entidad, sobre todo con la nueva gerencia que ha tomado las riendas de Aspanias tras la salida de José María Ibáñez. «No es que lo estén haciendo mal. Nos da la sensación de que lo están dejando caer», lamenta Lacalle, que apuntan que el comité de CISA ya ha planteado a la dirección la salida de todos los empleados del ERTE, a lo cual no han obtenido respuesta.
Mientras tanto, continúan con su concentración mañana a las puertas de la residencia de mayores de Fuentecillas. Será entre las 14 y las 15:30 horas, momento en el que se produce el cambio de turno, lo que incentivará la presencia de trabajadores tanto de este centro como de otros. «Nos parece importante dar un aviso a la gerencia, aunque sea verano, pero estamos en una situación complicada.Los trabajadores nos lo han venido demandando al comité de empresa», asegura el delegado de UGT.
En otro orden de cosas, desde el sindicato apuntan a que dentro de la Fundación Aspanias «hay una gran intranquilidad por el futuro de la plantilla de las viviendas tuteladas», ya que se están vendiendo 17 de las 18 que se tenían en propiedad. También están preocupados por la de los departamentos de administración y contabilidad, al contratarse una asesoría externa con más abogados y economistas. «No descartamos más movilizaciones a lo largo del verano si la cosa no cambia», sentencian.