La peña Mamaloon celebra este año su 30º aniversario, motivo por el que serán los encargados de ofrecer a todos los vecinos del pueblo, y a los que se acerquen de fuera, el pregón que con tanta ilusión y cariño han preparado, y que esperan que esta segunda vez que les toca hacerlo, vaya «mucho mejor» que la primera.

En el pregón pretenden hacer un repaso de las fiestas del pueblo con el concepto actual de peñas ya que se organizan de esta manera desde hace 45 años y ellos han vivido más de la mitad de ese tiempo con la peña en la que ‘militan’.

Esta peña nació de la idea de un grupo de amigos de 16 años hace ya tres décadas y es de las pocas que todavía queda pese al paso del tiempo. A día de hoy solamente son cinco los socios que la conforman aunque en su día llegaron a ser 24, pero por circunstancias de la vida, muchos de ellos tuvieron que abandonarla, bien porque no iban apenas al pueblo o porque han priorizado otras cosas en su vida.

El Ayuntamiento delega las fiestas de la localidad en las peñas, teniendo estas que vender una serie de papeletas, de bingo y ayudar a organizar alguna de las actividades que se vayan a realizar.

Durante estos días de fiestas, las peñas solo pueden vender cerveza y calimocho; las copas se encargan los bares de venderlas, por ello pueden incluso llegar a perder dinero.

Además, todas las peñas tienen la obligación de desfilar el día de las carrozas por lo que deben preparar un disfraz «lo más acorde a las posibilidades de todos los miembros, nosotros en su día ganábamos algún que otro concurso ya que éramos muchas más personas y más jóvenes, además dedicábamos mucho tiempo a realizar una carroza; ahora como tenemos niños, son otras nuestras prioridades, pero lo seguimos manteniendo como actividad obligatoria», añade un socio. Cabe destacar que, aunque sean cinco, el día de desfile de carrozas salen quince ya que hay más gente vinculada al grupo como pueden ser los hijos y familiares.

La sede en la que se reúnen los socios con amigos y familiares para organizar alguna que otra comida, es de su propiedad, además es la misma que usan para poner la barra y música en estas fechas. «Para mí particularmente y, espero que para mis compañeros también, es un gran éxito haber llegado hasta los 30 años y ojalá duremos muchos más, aunque no nos hemos propuesto ninguna meta de duración», afirma uno de los socios.