Los campus del Vena, San Amaro, la Milanera y el Hospital Militar de la Universidad de Burgos volvieron a recobrar ayer el bullicio con el inicio del curso 2021-2022, mucho más tranquilo que el anterior al estar ensayados los protocolos covid y ante la mejora de los datos de contagios. El protocolo de seguridad se mantiene como medida de prevención pero los responsables de la institución académica confían en poder recuperar la actividad cultural y social que se ha perdido con la pandemia, lo que ha hecho especial mella entre el colectivo estudiantil. 

La actividad lectiva arrancó ayer en todas las titulaciones y en todos los cursos con la misma normativa que el año pasado. Con el objetivo de facilitar su conocimiento se ha remitido a la comunidad universitaria un decálogo de normas de prevención que se deben seguir respetando: uso de mascarilla en todos los espacios interiores y exteriores, ventilar las aulas al menos cinco minutos después de terminar la clase, higiene de manos, respetar la señalización de accesos y los recorridos marcados o cumplimentar el formulario covid del centro en el caso de presentar síntomas o estar en contacto con una persona contagiada. «Todos los colectivos han interiorizado las normas sanitarias frente a la covid y el inicio ha sido más tranquilo respecto al curso pasado», indicó la vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón. 

De ahí que, una vez que la seguridad está garantizada en las aulas, la idea es recuperar la actividad cultural y social que se ha perdido como consecuencia de la pandemia. Además de las programadas por la propia institución como el UBUParty, -para fomentar las nuevas tecnologías-, la Liga de Debate Universitario o las que realizaba la Asociación AEGEE para estudiantes Erasmus, también se quieren recuperar las que realizaban las asociaciones de estudiantes. Calderón avanzó que se está elaborando un plan de participación estudiante que promueva la mayor implicación de los universitarios tanto en los órganos de representación como en las actividades (...).

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