La falta de espacio en el centro de salud Federico García Lorca desde hace más de una década ha terminado por estallar. La Consejería de Sanidad dio orden para que desde ayer empezaran a funcionar los cuatro barracones instalados en la parte trasera para descongestionar las consultas interiores como solución a la tardanza en retomar las obras del nuevo edificio del Silo.
Las quejas no se hicieron esperar después de que a uno de los módulos se llevara la consulta de la matrona. Una de las usuarias que acudió ayer para realizarse una citología, Sandra Albo, no dudó en presentar una queja en la Gerencia de Atención Primaria para denunciar las condiciones del espacio y la falta de intimidad. «Las casetas están a pie de calle, no tienen cerrojo y cualquier persona puede entrar. Además se oye todo. Había otra persona dentro y, mientras esperaba mi turno, estaba escuchando todo», aseguró, al tiempo que lamentó que no funcionara el sistema informático.
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