Anduva estrenará en breve nuevas torres de iluminación. Las máquinas ya han comenzado a trabajar en el estadio rojillo por lo que si no surgen imprevistos, a finales de marzo dispondrá de los nuevos focos.  

Es una de las obras exigidas por la Liga para garantizar la correcta retransmisión televisiva de los encuentros porque se considera que la luz actual es insuficiente. El Mirandés no es el único club que ha tenido que acometer esta mejora, ya que recientemente la Ponferradina ha culminado los mismos trabajos. 

Cumplir con este requisito de la patronal supondrá un desembolso cercano al millón de euros que los rojillos deberán asumir con fondos propios. Y es que no se trata solo de sustituir las luminarias existentes, sino que habrá que levantar torres totalmente nuevas. Dicha estructura se colocará por fuera del estadio pensando en una próxima ampliación del mismo, con el objetivo de tener margen de actuación para poder construir una nueva tribuna en el futuro. Por este motivo, quienes hayan pasado en los últimos días por las inmediaciones de Anduva,  habrán visto unos enormes huecos en el exterior del estadio que servirán como base para las torretas. 

Los nuevos focos tendrán más potencia gracias a que son de última tecnología y además el sistema permite el encendido automático, no como ahora, que requieren un tiempo hasta que se calientan. Además, el club adquirirá un nuevo generador de emergencia para garantizar el suministro en caso de un corte de luz. 

En total, el Mirandés invertirá cerca de un millón de euros que saldrán de la caja del club. Es algo que el presidente Alfredo de Miguel ya adelantó en la última junta de accionistas, en la quedó patente el buen estado de las cuentas.

La gran gestión económica de los últimos años ha permitido generar superávit, del que ahora se tirará para ejecutar esta obra. «El Mirandés no puede gastar a lo loco, sino que tiene que gestionar muy bien sus recursos y pensar en ahorrar un poco cada temporada para poder hacer estas obras porque sino nadie va a venir a ayudarnos», asegura Alfredo de Miguel para explicar la política de austeridad y equilibro financiero seguida durante su etapa, que ha convertido al Mirandés en uno de los clubes más saneados del país pese a ser de los más humildes del fútbol profesional. 

En este sentido el presidente ensalza «el esfuerzo» de la masa accionarial «que en lugar de repartir beneficios como harían otros, prefiere invertirlos en mejoras», ya que de otra forma sería imposible acometer las obras requeridas por la LFP para jugar en Segunda. 

Y es que antes de la iluminación, los rojillos han llevado a cabo diferentes trabajos para remodelar el estadio, desde construir nuevas cabinas de prensa, colocar carteles de publicidad estática de color uniforme, la sala de vigilancia,... 

Además, en unos meses será necesario sustituir todo el césped de Anduva por uno nuevo, ya que el actual está muy dañado. La inversión rondará el medio millón de euros para los que una vez más, la entidad no contará con fuentes de financiación externas. La idea era haber acometido el cambio de tapete el pasado verano, pero como la competición acabó tarde por el coronavirus, se postergó un año por falta de tiempo antes del inicio de la nueva campaña.