Aciturri todavía capea con el impacto de la pandemia en la industria aeroespacial. La estocada de las limitaciones a la movilidad dejaron un 2020 con números en rojo tras años de ganancias. El ejercicio pasado acabó para la firma mirandesa con casi 20 millones de euros de pérdidas, una cifra que se explica por la reducción en las ventas a consecuencia del coronavirus. En 2019 el negocio superó los 331 millones pero después de la llegada de la enfermedad esta cantidad descendió casi un 50%, hasta los 184 millones, tal y como detalla la compañía en su Memoria de Sostenibilidad.

Dentro de Aciturri, su actividad está dividida entre el negocio de aeroestructuras, que facturó 167 millones de euros, y el de motor, que logró dejar sus ventas en 17,3. A pesar de las dificultades y de la caída del tráfico aéreo en un 66%, las piezas que salieron de las once plantas con las que cuenta la compañía acabaron en países como Francia, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido o China. En total, los componentes de aeroestructuras equiparon en alguna de sus partes a 790 aviones, mientras que en el negocio de motor, Aciturri entregó más de 81.000 piezas.

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