Pachín sigue en ruta

A.C.
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La firma de autobuses de Trespaderne, con más de 70 años de historia, se recupera del incendio que el día 3 hizo temer lo peor y continúa manteniendo todos sus servicios y sus 9 trabajadores

Parte de la flota operativa de Autocares Pachín, que aún conserva cuatro taxis, tres microbuses y dos autobuses, con parte de la plantilla de conductores y su gerente, Ángel Santamaría, primero por la derecha. - Foto: A.C.

Un grupo de jóvenes de Medina que al día siguiente del desastre viajó con Autocares Pachín para disfrutar del Tresparock dejó 30 euros de propina. Todas las firmas de transporte de viajeros por carretera de Medina de Pomar, Villarcayo, Oña o Miranda de Ebro les llamaron para prestarles toda la ayuda que necesitaran e incluso una cántabra, de San Vicente de Toranzo, puso a su disposición dos autobuses sin coste alguno. Todos los clientes se volcaron en llamadas de apoyo incondicional. En aquellas jornadas posteriores al grave incendio del pasado día 3, en esta empresa con más de 70 años de historia se sintieron queridos. Pero lo más importante, sus nueve trabajadores vieron luz al final del túnel y que era posible seguir en ruta haciendo miles de kilómetros cada año, a pesar de las pérdidas.

El fuego que originó un cuadro eléctrico, según la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Miranda de Ebro y no un autobús, como inicialmente se pensó, devastó la joya de la flota, el Man Century, adquirido hace seis años. Con 40 plazas, pero la longitud de uno de 55, ofrecía servicios de lujo gracias a su comodidad. Era el que más cerca estaba del cuadro eléctrico. Los 500 litros de aceite situados junto al autobús y el cuadro, justo en la zona de taller, hicieron el resto para generar unas llamaradas que han dejado muy mal paradas las instalaciones. Las elevadísimas temperaturas generaron daños en otros dos autobuses de 55 plazas tanto en la carrocería como en el interior, pero ambos arrancan. 

Los minutos que tardaron en llegar los bomberos voluntarios de Oña y abrir el portón trasero fueron eternos para el gerente de la empresa, Ángel Santamaría, que se temía lo peor. Una vez abierto, su nivel de nerviosismo bajó, pero admite que «con la oscuridad todo se veía peor» de lo que resultó ser al amanecer. A las 18.30 de la tarde las llamas sobresalían por el tejado de la nave, pero a las diez de la noche, dos autobuses, que estaban guardados en otras lonjas esa noche, realizaban servicios y a las seis de la mañana el equipo, «que ha respondido al mil por mil», dice su gerente, estaba en marcha.

Santamaría admite que las bajas de tres de los cuatro autobuses más grandes -aún tienen operativo uno de 55 plazas que estaba en Medina- hubieran sido «una catástrofe en primavera, cuando comienza la temporada alta de excursiones», pero el invierno ha sido el mejor momento, porque hay tres meses por delante para repararlos. Están a la espera del presupuesto, pero los primeros números que les han dado son tranquilizadores. «Salvo que los costes de reparación nos lo hagan imposible, en principio, la idea es seguir adelante», señala.

La diligencia. Ricardo Ruiz, portavoz de las dos familias propietarias y que se jubiló en 2020 después de 38 años al frente de Hijos de Pachín S.L., mantiene la misma opinión:«En principio, la idea es seguir adelante». De este modo, continuará la firma que fundaron su padre, Ricardo Ruiz, y Gumersindo López hace más de 70 años. Pero también una saga que ya comenzó con su abuelo, Francisco Ruiz Barredo (Pachín), quien conducía la diligencia que a comienzos del siglo XX realizaba la ruta de Miranda de Ebro a Villarcayo y traía el correo postal a Las Merindades, viajeros y mercancías. Su  primer autobús acabó requisado en la Guerra Civil, pero de su empresa de transportes nacieron dos más, Hijos de Pachín por la línea  de los Ruiz, y Autobuses Barredo, de Miranda, por la de los Barredo.

La cuarta generación ha decidido tomar otros caminos profesionales, pero la firma sigue adelante con un gerente ajeno a la familia. Por fortuna, como explica Santamaría, Autocares Pachín «es una empresa saneada que siempre ha tenido más vehículos de los que necesitaba para compensar picos de trabajo o posibles sustituciones por averías». Por ello, conservan cuatro taxis, tres microbuses y dos autobuses con los que han podido seguir realizando sus trece rutas escolares a Medina de Pomar, Quincoces y Quintana Martín-Galíndez, así como los servicios contratados por Nuclenor para los trabajadores de Santa María de Garoña o los que prestan a clubes de fútbol, como la UDTrespaderne o el Alcázar. Aún quedan muchos viajes por hacer.