La mortalidad sigue siendo el único indicador en el que no se atisba el retroceso de la quinta oleada de contagios, ya que ayer murió una persona por la covid en uno de los hospitales de la provincia. Así, son 783 los enfermos que han muerto a causa de la enfermedad del coronavirus en camas del HUBU, del Santos Reyes y/o del Santiago Apóstol desde el comienzo de la crisis sanitaria. Otras 306 murieron en las residencias de ancianos, sobre todo en la primera y segunda oleadas; a partir de ahí se derivó a los hospitales a la mayoría de los ancianos a los que se les complicaba la infección. Así, son más de un millar los burgaleses que han muerto en pandemia por causas directamente atribuibles al coronavirus.

Todo lo contrario sucede en lo relativo a la situación epidemiológica, que sigue mejorando y ya es similar a la de comienzos de verano, cuando se alcanzaron los valores más bajos de incidencia registrados, si bien es cierto que se mantuvieron menos de una semana. La Junta notificó ayer 22 nuevos positivos en la provincia, que es el valor más bajo para un miércoles desde mediados de junio. 

Eso permite que las tasas de contagio sigan reduciéndose, y de ahí que la Junta haya decidido eliminar las restricciones vigentes, que afectaban sobre todo a la hostelería. Así, desde el próximo martes, podrá consumirse en barra, se eliminan los aforos en terrazas y se reabre el ocio nocturno, entre otras cosas.