Otro verano de diversión en el pueblo

R.E. MAESTRO
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Con la llegada del calor las zonas rurales se llenan de gente y alegría con chapuzones en ríos y piscinas, meriendas, paseos en bici... Recorremos Puentedura, Santa María delCampo y Villalibado, donde no faltan planes

Otro verano de diversión en el pueblo - Foto: Luis López Araico

El bullicio y la alegría llenan los pueblos durante los meses de verano, que vuelven a latir con más fuerza que nunca al ver multiplicada su población. Los reencuentros con familiares, amigos y vecinos se multiplican con la llegada del calor en los pequeños municipios, que un año más se vuelven a convertir en el destino vacacional tanto de niños y jóvenes como de mayores. Ni una pandemia impide que al llegar esta época se disfrute a lo grande en las plazas, parques y calles, que recuperan el ajetreo de antaño ante el sueño de muchos paisanos de que esa vidilla se alargue lo máximo posible en el tiempo.
La monotonía del resto del año desaparece al llegar las vacaciones en el pueblo, donde a pesar de los múltiples planes el día siempre se queda corto. Hay tantos momentos de diversión que por casa se pasa poco más que para comer, cenar y dormir. La aburrida rutina del invierno se olvida entre chapuzones en el río o en la piscina, rutas en bicicleta, caminatas y paseos, juegos tradicionales, meriendas con los amigos… Al recorrer diferentes zonas de la provincia, queda demostrado el éxito de los pueblos con la cantidad de coches aparcados, las numerosas puertas y ventanas abiertas o el ruido de las conversaciones. Puentedura, Santa María del Campo y Villalibado, son tres localidades burgalesas que, independientemente de su tamaño, permiten demostrar ese aumento de la actividad por estas fechas.
Puentedura, en la comarca del Arlanza, observa cómo el entorno del río se convierte en el principal atractivo para quienes están allí como para quienes veranean en otras localizaciones cercanas como Tordueles o Mecerreyes. Y no faltan planes por hacer en un entorno muy cuidado. Desde darse un baño, tomar el sol o jugar en los columpios  hasta jugar a las cartas, leer o hacer ganchillo bajo la sombra de los árboles.

 

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