Recuerdos de Afganistán

I.E.
-

Cinco militares destinados en unidades burgalesas evocan su experiencia en misión internacional en el país asiático en el año en que España ha decidido retirar sus tropas

Recuerdos de Afganistán - Foto: Luis López Araico

Alos tres días de llegar a la base de Qal’eh-ye Now en agosto de 2011 la cabo Vázquez, zapadora del Regimiento de Ingenieros 1, participó en su primer reconocimiento de ruta hacia un puesto avanzado de combate. Su pelotón cumplía la misión de descubrir artefactos explosivos improvisados en el itinerario que debían cubrir ese día las unidades de infantería, pero la tarea no es sencilla. «Nos comimos un proyectil, no lo pudimos ver y acabó incrustándose en la panza de uno de los vehículos de apoyo, con la suerte de que no explosionó, porque los malos en Afganistán son muy malos (muy mantas)», recuerda, y eso les salvó. No obstante, esa misma jornada y en esa misma ruta el sargento español Moya falleció en un ataque de los talibanes. Y es que «tanto lo intentan, son tan persistentes,  que en alguna aciertan», comenta el subteniente Revilla, del Regimiento Artillería de Campaña 11 (Raca 11), que en 2004 formó parte de las tropas del Eurocuerpo en su misión en la capital, Kabul. Él no tuvo ni tres días de cortesía para vivir un ataque. El primero, cuando se hallaba con otros compañeros sentado al aire libre en la zona verde, la de las embajadas, escuchó «cómo silbaban sobre su cabeza los cohetes que lanzaban» los insurgentes contra objetivos occidentales. «Uno de ellos cayó a 150 metros de nosotros», evoca, para explicar que a los «talibanes les daba igual matar a sus compatriotas en los atentados». «No les importaba herir a un europeo o americano y cargarse a seis de los suyos», añade.

 

(Más información en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)