«Soy un hombre de palabra y llevo a efecto los acuerdos»

L.M.-C.M.
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Es el hombre de los números, de su concejalía dependen todas las demás. El presupuesto es limitado y hay que afinar mucho para llegar a todo. La refinanciación de los consorcios del desvío del tren y Villalonquéjar le han dado quebraderos de cabeza

«Soy un hombre de palabra y llevo a efecto los acuerdos» - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

¿Qué balance hace de este mandato en comparación con el anterior?

Son muy diferentes desde el punto de vista económico. En el primero se abordó una reestructuración económica y financiera del Ayuntamiento, mientras que en el segundo se centró en la de los consorcios. El objetivo era contar con unas cuentas claras y concisas.

¿Y a nivel personal?

En el área económica suman los números, no las palabras. Siempre hay que hablar con la oposición y siempre hay que llegar a acuerdos.

¿Le ha costado tener que sentarse a negociar después de un anterior mandato en mayoría?

Estoy contento con lo que he negociado y con la respuestas de los políticos que han negociado conmigo. Siempre he sido un hombre de palabra y el acuerdo alcanzando en la mesa de negociación siempre se ha llevado a efecto.

¿Cómo se sintió cuando la refinanciación de las deudas de los consorcios del tren y Villalonquéjar se estancaron?

Una cuestión como esta, en el ámbito económico privado, se hubiera solucionado en 24 horas y me sorprendió que en el político no se llegase a un acuerdo. Se ha vivido durante años con un concepto erróneo de que los responsables eran las cajas, algo que salió de personas del área económica, y eso es lo que influyó en que llegáramos a acuerdos.

¿Sintió alivio cuando el PSOE apoyó la reestructuración?

Me sentí contento y satisfecho. Ha sido un trabajo largo y del que se podría escribir un libro. El éxito es de los políticos pero también de la Fundación Caja de Burgos.

Otro momento tenso para usted durante este mandato fue la polémica con el interventor, cuando se fue de vacaciones dejando sin pagar muchas facturas. El alcalde le dio todo el poder para incoar un expediente, ¿en qué ha quedado?

Yo hice lo que hubiera hecho cualquier directivo de una empresa cuando alguien se va y deja sin pagar las facturas.

¿Le hubiera gustado tener un mayor respaldo del alcalde en este tema?

El alcalde tiene conocimiento de todo y es su responsabilidad. Yo hice lo que tenía que hacer.

¿En algún momento del mandato se planteó dimitir por esta u otra razón?

Todos los días cuando desayunaba con Ana Lopidana, antes de ir al Ayuntamiento, repetíamos una frase:«No podemos perder la esperanza, la paciencia y la honestidad». Siempre he seguido al pie de la letra. Solo pensé en dimitir después de su muerte. Ella daba sentido a la vida política como ciudadana y como persona, con una gran formación social. Daba un punto de equilibro al equipo de Gobierno y su muerte supuso un antes y un después.

El Ayuntamiento ha tenido que someterse a un Plan Económico Financiero durante dos años, ¿se ha cumplido con sus exigencias?

Hay que esperar a la liquidación de 2018, pero creo que las expectativas se han cumplido. Tener un Plan Económico Financiero no es malo. Al reducir el gasto por el Plan Montoro de 2012, cuando la economía vuelve a reactivarse, no puedes gastar más al tener un techo de gasto.

¿Cuál es la deuda actual del Ayuntamiento?

114 millones de euros. La deuda financiera con los bancos era de 155,5 millones y a 31 de diciembre de 2018 se ha quedado en 37,5. Hoy no tenemos deuda comercial. Es cierto que hay facturas, pero tenemos liquidez para pagarlas, lo que no había antes.

¿Hay más presión sobre la Concejalía de Hacienda que sobre otras?

Claro, todas las dependen de ella. Ello hace que surjan discrepancias entre unas y otras.

Se queja en reiteradas ocasiones de la falta de personal, ¿se está solucionando?

Ha habido una reducción grande de personal, aunque la Ley de Presupuestos dice que la tasa de reposición debe ser del cien por cien en las áreas económica y de seguridad. Yo siempre he luchado para que sea así. Hay que crear un área de costes para Intervención y Tesorería.

¿Los burgaleses pagan muchos impuestos?

Si quieres gastar más solo hay dos maneras, o endeudar los ahorros de los ciudadanos o aumentar los impuestos. No vale la frase: ‘alguien lo pagará’. Burgos es una de las ciudades que menos impuestos paga, sobre todo de IBI. También tenemos muchas bonificaciones en el IAE.

¿Cómo han sido las relaciones en el seno del equipo de Gobierno?

Las lealtades entre compañeros no dependen de las circunstancias, sino de los principios que tiene cada uno. Yo tengo unos principios y valores. Mi posición en la Junta de Gobierno es difícil porque tengo que parar muchas iniciativas. Mi dignidad me la ha dado mi vida profesional y no la política, y tengo claro que no la voy a cambiar por nada.

¿Con qué concejales de la oposición se lleva mejor?

Me llevo bien con todos.

¿Cómo valora a la oposición?

El PSOE ha marcado una gran diferencia, ha sido muy responsable.

Su nombre entró en las quinielas como posible sustituto de Javier Lacalle, ¿le decepcionó no serlo?

No. Se ha dicho que yo deseaba ser alcalde, nunca lo he expresado. Incluso no iba a repetir en este mandato. Mi carisma es menos político, pero el área económica no me ha dejado ser político con todo lo que tenía que resolver.

¿Le gustaría ir en la lista?

Si me lo ofrecen lo pensaré.

 

EN CORTO

¿Dejaría el Cristo en el Salón de Plenos?

Si se llama Cristo de Burgos por supuesto que sí.

¿Se sabe el Himno a Burgos?

Perfectamente.

¿Dónde ubicaría las barracas?

En la Milanera.

¿A dónde le gustaría volar desde Burgos?

A Barcelona.

¿Recuperaría el Electrosonic?

Haría un festival de música similar al Sonorama de Aranda.

¿Quién le gustaría que pregonara San Pedro?

El empresario Antonio Garamendi.

¿Cuántos centros municipales  de barrio hay en la ciudad?

Doce.  (17, y 3 cerrados).