El alcalde de Río-Quintanilla, Félix Herrera, de 65 años, falleció tras volcar el tractor con el que araba una finca el domingo por la tarde por un pequeño terraplén y quedar atrapado debajo. El hombre salió a media tarde de casa en el vehículo que horas después le arrebató la vida hasta el terreno, ubicado a poco más de un kilómetro de la pequeña localidad, en la que apenas vive una decena de personas durante todo el año.

Su mujer comenzó a inquietarse según caía la noche, porque «nunca alarga tanto la visita a la huerta» por lo que llamó a sus dos hijos y al 112 avisando de la desaparición. En un principio, dos jóvenes, el sobrino del fallecido y un amigo del hijo menor, se acercaron al lugar de los hechos y fue entonces cuando comprobaron que la chaqueta del hombre colgaba de un árbol y que se había precipitado por el terreno. En el momento en el que procedían a bajar de vuelta al pueblo se toparon con un turismo de la Guardia Civil en el que viajaba la esposa de la víctima y, una vez que los agentes localizaron el tractor, contactaron con el centro de emergencias, que avisaron a los Bomberos de Briviesca y movilizaron al personal sanitario de atención primaria del centro de salud de Oña, que confirmaron el fallecimiento del conductor. Los profesionales briviescanos recibieron el aviso a las 23:35 horas y se trasladaron hasta Río-Quintanilla cinco de ellos, donde permanecieron hasta las  5 de la madrugada.

Según fuentes del cuerpo, las labores de retirada del cadáver «no resultaron complicadas» pese a que el terreno presentaba cierta irregularidad y había quedado encajado entre dos árboles, y que para acometer los trabajos necesitaron utilizar cojines elevadores, unos equipos especiales con los que cuenta para este tipo de accidentes.

El vehículo siniestrado es un tractor antiguo sin doble tracción que llevaba la grada -utensilio utilizado para el arado- levantada. Daniel, un residente de Aguas Cándidas que posee fincas en zonas aledañas a la del incidente, manifiesta que «posiblemente al echar marcha atrás falló el terreno y se produjo la caída». Los vecinos, familiares, bomberos y agentes tuvieron que permanecer en la finca durante cerca de seis horas, según su testimonio, hasta que tras la llegada del forense se pudo llevar a cabo el levantamiento del cadáver.

La población amaneció ayer con la terrible noticia. «Según nos han contado, hubo un meneo constante de coches durante la noche pero nosotros no nos enteramos», asegura Trini consternada.

Jaime, el joven que acudió al lugar de los hechos con el sobrino de la víctima, asegura que se trata de un «accidente común» en la zona del Valle de las Caderechas y que más de «media decena de personas» han perdido la vida en estas circunstancias durante los últimos años.