La incidencia del coronavirus en las residencias de mayores, centros de personas con discapacidad o viviendas tuteladas en Castilla y León sigue creciendo. Según el último balance publicado este martes por la Junta, 65 internos han fallecido en Burgos con COVID-19 confirmado o con síntomas compatibles con esta enfermedad. Además, otros 47 residentes han dado positivo en nuestra provincia y 803 más están en aislamiento, bien por presentar síntomas o bien por prevención. Cabe recordar que en nuestro territorio hay 6.931 personas en estos centros.