En Burgos se adquieren muchas menos viviendas nuevas que hace una década, pero el mercado inmobiliario provincial empieza a lograr el ansiado equilibrio que buscaba desde hace años y que le permite crecer en ventas, mantener los operadores inmobiliarios que han sobrevivido al colapso de los últimos años y a la vez ir adelgazando paulatinamente el embolsamiento de casas vacías en la capital y la provincia heredadas de la crisis. La conclusión se extrae del último Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español, un estudio provincializado realizado por la consultora Acuña&Asociados al que le avalan 33 años de trayectoria y el contraste de cientos de datos económicos de todas las provincias vinculados a la adquisición del bien básico por excelencia.
Y en diez años, confirma este trabajo de reciente publicación, los burgaleses hemos cambiado mucho: pasamos de comprar 4.800 viviendas cada año hace una década a las 722 del ejercicio 2019 y, pese al desplome (6 veces menos), las ventas han crecido un 2,85% el último año y el stock se ha reducido a 3.337 viviendas, lo que supone un 11,8% menos con respecto a 2018 y la mitad de las 6.350 que quedaban sin vender en los años del boom inmobiliario.
2019 cierra en positivo, aunque con dos caras: crecimiento hasta el verano y cambio de tendencia en los últimos seis meses. Detrás de esta inflexión está la ralentización del crecimiento en general, los cambios en la normativa de concesión de préstamos y la propia fatiga del mercado tras cuatro años de crecimiento continuado.
La foto actual que realiza Acuña&Asociados es la siguiente: la vivienda tipo adquirida en Burgos capital es de 87 m2 construidos, dos dormitorios y su precio ronda los 124.480 euros, es decir, en torno a los 1.339-1.453 euros el m2 construido, dependiendo de si es área metropolitana o capitalina.
La hipoteca media se sitúa en los 97.981 euros, importe que ha crecido un 7,66% en el último año pero que queda muy lejos de los 140.175 euros que se alcanzaban en los años 2007-2009. Entonces, detalla Acuña&Asociados, comprábamos casas incluso más pequeñas pero el precio de cada metro construido pasaba fácilmente de los 2.400 euros, mil más que en la actualidad. Antes de la crisis y del desplome del sector, un piso estándar se pagaba a una media de 210.000 euros, casi 75.000 más que los que se están planteando en la actualidad.
(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)