Las calles del centro de Burgos se han llenado hoy de fieles católicos que han acudido a su cita con la Virgen, puntuales pese a lo intempestivo de la hora. A las 6.30 de la mañana ha dado comienzo el Rosario de la Aurora, que tradicionalmente se celebra en Burgos cada 13 de mayo, organizado por la Milicia de Santa María. 

Tras llenar con sus rezos las calles de La Paloma, Laín Calvo, plaza Alonso Martínez, Santander y el Paseo del Espolón, la comitiva se ha dirigido a la Catedral, donde el arzobispo, Fidel Herráez, ha presidido la eucaristía.

En su homilía, ha invitado a los cientos de burgaleses que han participado en la liturgia a «poner bajo la protección de la Madre a toda la sociedad, a todos los hijos de Dios que han venido a este mundo» pues, ha señalado, «la salvación de Dios es para todos». Así mismo ha exhortado a los presentes a «acoger en nuestras vidas la Buena Noticia para poderla dar a los demás», cumpliendo así con el «testamento espiritual de María». «No podemos quedarnos de brazos cruzados porque no sepamos qué hacer; María nos indica el camino: 'haced lo que él os diga'», ha insistido, según informa la Diócesis de Burgos.

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Al concluir el mes de mayo, el último sábado, organizan igualmente otro Rosario de la aurora por las calles de Gamonal. Este año tendrá lugar el sábado día 25.