Ni un temporal de nieve inesperado y que pilló a todos por sorpresa pudo ayer con las ganas que los burgaleses tenían de volver al gimnasio. Los aficionados y clientes de los centros deportivos marcaron en la agenda la jornada de este lunes tras casi dos meses en los que las condiciones sanitarias impidieron la apertura de estas instalaciones. Sin embargo, la mejora de la situación epidemiológica motivó que la Junta de Castilla y León levantase la prohibición para ejercer su actividad en el interior a los gimnasios, con una respuesta «muy positiva» según varios gerentes de centros burgaleses.

Durante las primeras horas de la mañana, en plena nevada en la capital, la asistencia fue algo floja, dadas las dificultades para desplazarse por las calles, aunque con la salida del sol los gimnasios fueron recibiendo cada vez más usuarios. «Algunos clientes que tenían reservadas clases colectivas a primera hora no han podido venir, pero durante el resto del día la afluencia ha sido muy buena», admitió Víctor Fernández, director general de Sportia. Desde la Asociación de Gimnasios, su presidente, Alberto del Val, calificó la primera jornada de trabajo como «ilusionante» dada la cantidad de visitas que tuvieron los centros deportivos ante la mala perspectiva que se podía prever tal y como amaneció el día. «Hemos tenido mucho movimiento y buenas sensaciones. La gente tenía ganas de aterrizar en los gimnasios», confesó.

Si ya de por sí los usuarios de gimnasios situados en plena ciudad lo tuvieron complicado para llegar hasta los centros deportivos, dada la espesa capa de nieve que cayó sobre la capital a primera hora, más difícil lo tuvieron los clientes del BeUp, en el polígono de Villalonquéjar. Pese a ello, su gerente aseguró que a lo largo de la mañana fueron recibiendo numerosos usuarios, incluida alguna que otra alta (...).

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