«Si no tenemos ningún criterio por parte de la Consejería de Sanidad desaconsejando la celebración de manifestaciones con motivo del 8-M, nosotros no podemos prohibir nada». Así de claro se ha mostrado este jueves el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, cuestionado sobre la autorización por parte de su administración de las concentraciones por el Día Mundial de la Mujer. Según ha explicado, desde la Delegación de Gobierno «únicamente se pueden poner algún tipo de limitaciones una vez que se comunica por parte de los organizadores, y en supuestos muy excepcionales, prohibirlas siempre y cuando haya criterios que lo aconsejen».

De este modo, Javier Izquierdo ha recordado que desde su administración encargan informes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en base a ellos elaboran su «toma de conocimiento». Es más, ha admitido que es la Junta de Castilla y León, como autoridad sanitaria, la que tendrá la última palabra.

«Solo hemos prohibido una vez una manifestación desde mayo al contar con un informe desfavorable», ha apuntado.