La incidencia de la Covid-19 durante el primer trimestre del 2020 se ciñió única y exclusivamente a una quincena desde la declaración del estado de alarma el 14 de marzo.Desde ese día hasta el 30, cuando concluye este primer periodo, la economía pegó tal frenazo que derivó en un desplome de la actividad pocas veces visto. Unicaja Banco publicó ayer la actualización de el informe sobre la situación económica y las perspectivas de las nueve provincias de Castilla y León, que deja a Burgos como el territorio más castigado entre enero y marzo.
Según la entidad, la actividad económica cayó en Burgos un 3,7%, la tasa más alta de todas las registradas en el conjunto de la comunidad autónoma, donde de media se retrocedió un 3,2%. Tras la provincia burgalesa, la segunda más castigada es Palencia, con un retroceso del 3,5%.Tras la vecina se sitúan Zamora y León con una tasa del -3,4%; Salamanca, con un desplome del 3,1%; Soria, con un -2,9%; Ávila, con un -2,8%.Donde ‘menos’ se ha notado el impacto de la Covid-19 en términos económicos ha sido en la provincia de Segovia, donde su actividad cayó un 2,6%.Si abrimos el objetivo y nos fijamos en cómo se ha comportado la actividad económica a nivel nacional, segúnUnicaja Banco ha retrocedido más que en Castilla y León, un 4,1%.
Pormenorizando el análisis por sectores de actividad, el impacto del cese de la actividad en el subsector residencial de la provincia ha sido más acusado que el registrado en el agregado regional según se refleja en el informe presentado ayer jueves a los medios de comunicación. Por otra parte, los indicadores de demanda interna reflejan una evolución similar a la observada en los agregados regional y nacional, con un claro deterioro en los primeros cinco meses del año tanto en el número de matriculaciones de turismos como de vehículos de carga.
Un futuro... a peor. Al mal registro que ha soportado la economía burgalesa durante el primer trimestre se le une un empeoramiento de las previsiones que Unicaja Banco hace de cara al balance final del 2020. Hace tres meses preveía una caída del PIB que podría desplomarse hasta un 11,8% en el peor de los casos, mientras que en el escenario más ‘favorable’, la caída sería del 8,8%. Ayer sus cálculos elevaban el desplome más desastroso hasta el 12,8%, mientras que en el mejor de los escenarios caerá un 9,1%.
Si Burgos lidera las previsiones más pesimistas, Ávila sería la provincia con un menor impacto de la desaceleración de la economía en 2020 según Unicaja Banco. La entidad calcula que en el mejor escenario su PIB caerá un 7,9%, 1,2 puntos menos que el burgalés, mientras que en el peor de los casos llegaría al -11,6%. Le sigue Salamanca, con variaciones de entre el -8,2 y el -11,6%; Zamora, con caídas del -8,9 al -12,1%; León, -9 al -11,8%; Segovia, -8,2% al -11,5%; Valladolid, del -9,1 al -12,3%; Soria, del -9,6 al -12,4% y Palencia, la más castigada tras Burgos, con un desplome de entre el -10,2 y el -12,6%.
En cuanto a la economía de Castilla y León, en el primer trimestre, el PIB ha disminuido en términos intertrimestrales un 4%, registrándose una variación del 3,2% en términos interanuales, apuntan en el informe.