"Tras la moción de censura hemos visto cambios en la Junta"

David Alonso
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Entrevista con Faustino Temprano, secretario general de UGT Castilla y León

Faustino Temprano, secretario autonómico de UGT. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

La afiliación se recupera, baja el paro, sube la ocupación ¿Encaramos ya la tan ansiada recuperación económica o todavía es prematuro?

No hay que olvidar que llevamos más de un año en una situación muy difícil que ha tenido una repercusión notable en el empleo y la sociedad. Para la UGT, mientras no haya solución a la crisis sanitaria difícilmente se va a poder resolver la económica y social. Bien es verdad que la situación epidemiológica está empezando a tener una solución definitiva gracias a la vacunación, y, como consecuencia de este ritmo elevado de inmunización, la crisis económica y social vemos que puede encarar la recuperación. Además, todos los índices prevén un aumento importante del PIB para este año como el próximo. Aun así, todavía hay muchos trabajadores blindados por los ERTE, y es imprescindible que hasta que no se solucione la situación, estos sigan vigente por el éxito que han tenido.

¿Son los ERTE un patadón hacía delante con los problemas laborales?

Son una fórmula de protección a los trabajadores y las empresas, cuyo objetivo es que ante una situación como la vivida se mantenga el empleo con la perspectiva de que el trabajador no pierda su empleo. Porque sino la alternativa es ir directamente a un expediente de regulación de empleo para la extinción de las relaciones laborales y perder su trabajo. El objetivo es que la empresa tenga futuro y el trabajador no tenga que acabar en el paro.

Esta crisis se ha afrontado de forma diferente a la del 2008, pero parece que van a pagar los platos los mismos que entonces...

La fórmula de plantear soluciones a esta crisis ha sido completamente distinta a la de 2008 por parte de todos. Los motivos son distintos, la anterior fue sobretodo bancaria, y está ha sido por una situación sanitaria. En 2008 los platos rotos los pagó exclusivamente el trabajador, hubo muchos despidos, no hubo ERTE… sin embargo ahora se protege al trabajador y la empresa. Desde la UGT estamos muy de acuerdo en como se ha afrontado esta crisis y no como se hizo entonces, pero dicho esto, nos tiene que servir de experiencia para aprovechar las debilidades que hemos tenido y poder poner soluciones en las próximas crisis.

Los sindicatos valoraron la llegada al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos ¿Han cumplido sus expectativas o les han defraudado?

En primer lugar tengo que decir claramente que el Gobierno de coalición que está en España es nuestro gobierno, que nadie lo dude. En el apartado positivo ha habido una fórmula nueva de negociar y potenciar el Diálogo Social, algo que no se dio con Rajoy. Antes, no existía, y ahora tenemos mesas constantes con acuerdos como hemos visto con los ERTE o el IMV. Dicho esto, el Gobierno tiene temas urgentes pendientes de solucionar como la subida del salario mínimo interprofesional.

Una subida que, diga lo que diga el Banco de España o la patronal, no conlleva destrucción de empleo, sino que reactiva el consumo. Este es un debe que tiene el Gobierno. Otro, que en los próximos días puede haber un acuerdo, es la futura ley del Sistema Público de Pensiones, y la reforma laboral, cuya mesa de negociación es la que más atrasada. Aquí somos muy claros: hay que derogar la norma del 2012 del PP y elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores adecuado a la situación real del mundo laboral. Que se ha mejorado con el cambio de Gobierno en España, si, pero eso no quita que tengamos diferencias sustanciales.

En la moción de censura no se posicionaron pero si reclamaron un cambio en las políticas de la Junta ¿Se ha producido o sigue igual?

Nosotros dijimos claramente que no estábamos a favor o en contra de la moción porque eso le corresponde al Parlamento regional. Dicho esto, si que dijimos eso porque no estábamos de acuerdo ni con el fondo ni con la forma de gobernar de la Junta. ¿Ha cambiado? Creemos que después de la moción de censura sí. Se ha reactivado el Diálogo Social, se han levantado líneas rojas, se fue a los problemas que afectan a los ciudadanos, y todos vimos que el Diálogo Social es un instrumento solo al servicio de los ciudadanos, que no es patrimonio ni de la Junta, ni de UGT, ni de CCOO, ni de la patronal. Y eso lo han comprendido, y creemos que todos hemos dado un paso adelante. Nos preocupa si se va a contar con nosotros para los fondos europeos, no para fiscalizar, lo que queremos es que cuanto más fondos lleguen a Castilla y León mucho mejor.

Como no cojamos este tren nos vamos a quedar atrás, porque esta Comunidad necesita solucionar tres problemas muy graves que tiene históricamente. El tema de la despoblación, el desarrollo del eje Atlántico, y que se produzca de una vez la cohesión territorial de Castilla y León.

Los sindicatos dejasteis aparcados muchos temas pendientes con la Junta antes de la pandemia ¿Cuándo vais a pedir la cuenta?

Hay que diferenciar dos tipos de negociaciones con la Junta. Por un lado está el Diálogo Social, que corresponde a la estructura territorial, y por otro está la sectorial con los empleados públicos que le corresponde a la Federación de Servicios Públicos. Lo que tiene que hacer la administración regional es que una vez que está pasando la pandemia es cumplir con los acuerdos firmados en su momento con los servicios públicos. Porque las 35 horas no es un tema de negociación, es un tema de cumplir el acuerdo firmado con el anterior presidente de la Junta. En lo que respecta al Diálogo Social con la Administración autonómica, aparte de los acuerdos firmados en los últimos días, tenemos varias mesas abiertas y esperamos que antes de septiembre se lleguen a acuerdos que beneficien a los trabajadores y al conjunto de los ciudadanos.

¿Porque se niegan en rotundo a que haya más voces en el Diálogo Social?

Nosotros no nos negamos y lo hemos dicho claramente. El Diálogo Social está perfectamente diseñado sobre quien lo negocia y quien tiene que estar: el Gobierno, los sindicatos y la patronal más representativos. Que tiene que participar la sociedad civil por otro cauce, desde luego, y hemos dicho como hay que hacerlo mediante el cambio de la ley de participación institucional. Pero partiendo de que los enfoques son completamente distintos. En el Diálogo Social no se informa, se ponen temas encima de la mesa y se discuten, mientras que la línea de participación institucional es información. Nosotros hemos planteado a la Junta que la sociedad civil, las opas, otros agentes, estén en la participación institucional, y que estamos dispuestos a abrir un debate y potenciar su participación.

¿El abultado número de acuerdos que se pueden cerrar este año responde a la voluntad de llegar a pactos o a la necesidad?

Se han visto dos cuestiones. La primera es que la negociación de los acuerdos del Diálogo Social este año ha sido más difícil porque una parte de la Junta no cree mucho en el modelo de concertación, y hemos tenido que salvar esta situación que antaño con un Ejecutivo monocolor del PP no se producía. En segundo lugar, ha habido muchos acuerdos pero ninguno es nuevo, son pactos que venían del pasado y terminaban su vigencia, por lo que no podemos decir que haya acuerdos nuevos, sino que teníamos la obligación de renegociarlo porque se acababan. Ha sido más obligación de firmarlos que voluntad por alcanzarlos. Y esto mismo ocurrirá el año que viene, que no habrá acuerdos nuevos sino renovación de los ya existentes.

Después de lo ocurrido el año pasado ¿se fían de que la Junta cumpla los acuerdos firmados este mes?

Una de las cuestiones claras del Consejo del Diálogo Social es que los acuerdos son importantes no por lo que firmas, sino que se ejecuten bien. No sirve de nada firmar si luego no lleva a la práctica. Y tienen que ejecutarse rápidamente, porque sino no cumple su fin. Hay un compromiso por todas las partes para publicar las convocatorias lo antes posible para que llegue a los trabajadores y ciudadanos.

La Fundación Anclaje, el Serla, el Diálogo Social… ¿Se sienten en el punto de mira de la Junta?

No. Parece ser que por parte de alguien de la Junta, de cara a la opinión pública, se nos acusaba de falta de transparencia, de que solo pensamos en nosotros, y es completamente falso. Se han dicho medias verdades, y siempre hemos sido claros, transparentes y nos sometemos a auditorias internas y externas para saber que el dinero público que manejamos se dedican para los fines que se nos ha concedido. Los programas que desarrollamos son finalistas, vamos a concurrencia competitiva con cualquiera y se nos adjudica cuando toca. Otra cuestión distinta es que si los programas cuando se diseñan sirven para ayudar a los ciudadanos.

Se ha visto a sindicatos y patronal muy cohesionados en sus demandas al Ejecutivo regional ¿Ya no hay tanto enfrentamiento patronal/sindicatos como en la anterior crisis?

Las relaciones institucionales con la patronal han avanzado positivamente en los últimos años respetándonos. Dicho esto, dentro de las relaciones con la CEOE hay que distinguir las del Diálogo Social, donde existe una unidad de criterios entre ambos, y por otro lado las negociaciones bilaterales en las mesas. Y aquí si tenemos que decir que nos gustaría que en esta Comunidad la CEOE activará ciertos temas que nos preocupan como la negociación colectiva o el cumplimiento del acuerdo para la subida de los salarios. Estas son realidades que, pese a llevarnos bien institucionalmente, no vamos a dejar de reivindicarlo.

Aquí la negociación colectiva y las mejoras salariales siguen muy dispares entre las provincias, y se ve claramente que aquellas con mayor actividad industrial tienen mayores salarios. Y esto es una responsabilidad de todos, y la Junta tiene mucho que decir porque sigue sin existir la cohesión territorial y las provincias más ricas cada vez lo son más, y las más pobres cada vez lo son más.

¿Necesita Castilla y León un cambio del modelo productivo?

No estamos bien como estamos y esta Comunidad tiene que aprovechar la crisis de la covid-19 para cambiar el modelo productivo. Tenemos que aprender lo que nos ha pasado en el último año y medio para ver las carencias que tiene esta Comunidad, que vienen marcadas por el escaso peso de la industria dentro del PIB, y aprovechar los fondos europeos. Un cambio de modelo productivo que tiene que pasar por una mayor potenciación del sector industrial que tiene que ir encaminada hacia el enfoque de la Unión Europea: la digitalización y la economía verde. Tenemos que ser capaces de destinar los fondos que van a llegar para la reconstrucción, digitalizar las empresas, extender la banda ancha, y enfocarlo hacia una economía digital.

Y otro punto importante es que los fondos europeos no pueden ir solo para grandes empresas, ya que el 95 por ciento de las empresas de Castilla y León son micropymes. Si no se regula que la pequeña empresa tiene que participar en el cambio de modelo productivo recibiendo el dinero que necesite, desde luego que no habremos conseguido nada.

¿Tienen las pymes de Castilla y León capacidad para hacer frente a un SMI de 1.000 euros sin destruir empleo?

Desde nuestro punto de vista la subida del SMI no acarrearía destrucción de empleo porque la competitividad de las empresas y su viabilidad no puede venir solamente por la subida de los salarios. Esto tiene que estar determinado por temas de productividad, que estamos dispuestos a negociarlo, y por su salida al mercado para competir. Las subidas salariales van destinadas directamente al consumo, no van al ahorro.

¿Han perdido los sindicatos la vinculación con la sociedad civil?

Hay que distinguir dos tipos de relaciones. Por una parte, la del sindicato con los trabajadores y otra con la sociedad. A nivel de centros de trabajo, la relación con los trabajadores es diaria defendiendo sus derechos y donde de verdad se da la actividad del sindicato. Y ahí la imagen que tienen los sindicatos es muy positiva. Ahora bien, ante la sociedad es verdad que entre 2008 y 2012 había una imagen pública de que estábamos al margen, que solo estábamos para recibir subvenciones, y es una realidad que vivimos. Mucha culpa tuvimos nosotros porque es verdad no fuimos capaces de explicarles lo que estábamos haciendo . Y también es verdad, y hay que asumirlo, que dentro del sindicato hemos tenido compañeros que no han sido del todo claros. Pero creo que en estos momentos esa imagen ha cambiado y la sociedad nos ve conectados con ellos, y nos ven como un instrumento muy útil al servicio de los ciudadanos. Además, no podemos vivir de espaldas a la sociedad del siglo XXI, y hay colectivos como las mujeres, los jóvenes, inmigrantes, que necesitan de la actividad sindical.

Pepe Álvarez se marcho del Congreso regional de la UGT con un tirón de orejas y el aviso de que os vigilarían  ¿Habéis hecho autocrítica?

En UGT una vez que se cierran los Congresos se dan por cerrados los temas y al día siguiente el objetivo es trabajar. Pepe Álvarez se marchó, por decir de alguna manera, enfadado, porque si que es verdad que muchas veces dedicamos más tiempo a temas internos que a lo que verdaderamente nos tenemos que dedicar, es decir, dar solución a los problemas de los trabajadores. Porque a estos no les preocupa como nos organizamos, sino que alternativas me das para crear empleo, para mantenerlo, mejorar las prestaciones… Época cerrada y ahora a trabajar.