La arquitectura rumana toma Villalmanzo

F. TRESPADERNE
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Florin Stefan Ticala levanta «en ratos perdidos» y con grandes troncos su casa, similar a las que se construyen en el norte de su país. Este carpintero y ebanista ya trabaja en varios encargos

La arquitectura rumana toma Villalmanzo. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Hace veinte años Florin Stefan Ticala abandonó su país huyendo de la crisis económica en busca de una vida mejor y de un lugar en el que desarrollarse profesionalmente... Y ese sueño se ha hecho realidad en Villalmanzo, donde tiene una carpintería y ha levantado «en ratos libres» su nuevo hogar, una espléndida casa de troncos de madera, un tipo de construcción habitual en su localidad natal, Visseu de Sus, ubicada en la región de Maramures fronteriza con Ucrania, pero que aquí no deja de sorprender y ha despertado el interés de varias personas por construirse una de similares características.

«En el norte de Rumanía hay muchas casas de este estilo, conocidas como canadienses, de Alaska o finlandesas, porque para las zonas frías la madera es uno de los mejores aislantes y las viviendas se calientan con poco gasto», asegura Ticala, que era propietario de una carpintería en su país, donde levantó varias construcciones como la que ahora acapara la atención de los que se acercan a Villalmanzo.

Esta casa es el resultado de tres años de trabajo, aprovechando los ratos que le permitía la carpintería, utilizando, al margen de la cimentación de hormigón, solo madera de Lemona (Vizcaya), en concreto pino, «piedra de campo y en la parte de abajo, en el merendero del sótano, el reconocido ladrillo de Lerma», apunta este manitas.

En la construcción de esta casa de unos 120 metros cuadrados, de planta baja, con dos porches, sótano y una buhardilla, Ticala ha empleado unos 130 metros cúbicos de madera, «troncos a los que solo les he quitado la corteza y tratado para la carcoma, en este primer año no voy a realizar ningún tratamiento exterior a la espera de ver como se comporta la madera y si necesita alguna protección para su conservación futura».

1.100 euros el metro. Entre las ventajas que tienen este tipo de edificaciones, Ticala señala que «crean un ambiente muy sano, tienen gran capacidad para mantener las temperaturas y un bajo coste de mantenimiento», asegura, a la vez que indica que el precio de construcción es muy similar al de una vivienda convencional, «unos 1.000 euros el metro cuadrado, con buenos acabados y la llave en mano». 

Aunque el precio de una casa ‘normal’ y esta de troncos de madera sea prácticamente igual, para TIcala «hay muchas diferencias, además de la temperatura, la de madera es más acogedora, tiene más altura y mucha luz, merece la pena porque la madera da tranquilidad», asegura este carpintero que se formó profesionalmente en una región en la que la madera, que sale de sus bosques de abetos gigantes y salvajes, es su principal recurso económico desde hace décadas. 

de exposición. Además de construir su residencia habitual, levantando este casa de ‘exposición’, Ticala buscaba a la vez poner en marcha una nueva línea de negocio, «un producto nuevo en Castilla y León» matiza, para afianzar la viabilidad de la carpintería que regenta en Villalmanzo, en la que comenzó hace varios años trabajando solo y ahora tiene dos empleados.

«La carpintería va muy bien, tenemos trabajo y bastantes encargos para este año, entre otros hacer las terrazas con troncos redondos de varios edificios. Lo importante es tener ganas de trabajar», asegura este emprendedor que en pocos años ha visto consolidar su negocio gracias a la fama que ha adquirido por los trabajos que ha realizado en toda la comarca del Arlanza, muchos de ellos especiales, como las puertas de la iglesia de Madrigalejo del Monte o la carroza del Duque de Lerma que se utiliza en la Fiesta Barroca. Ahora Ticala confía en que la construcción de casas con troncos de madera se consolide como línea de negocio y trabajar en toda la región, «aprovechando que estamos en un lugar con muy buenas comunicaciones.

«La casa llama la atención porque es única en esta zona, es diferente y la gente no está acostumbrada a ver este tipo de construcción», asegura Ticala, quien está acostumbrado a atender a los que llaman a su puerta interesándose por sus características y precios, y a todos les dice que «es eficiente y muy cómoda, desde el exterior al interior es perfecta», repite como slogan para promover la construccción de más casas similares.