Burgaleses en la encrucijada británica

G. ARCE
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El arranque definitivo del Brexit junto con el recrudecimiento de la pandemia y de los confinamientos siembran de incertidumbres y dudas la vida y los proyectos de los extranjeros en el antiguo socio europeo

De izq. a der. y de arriba a abajo: David Barriocanal, Marta Torres Peña, César Liz y Manuel Óscar Labarga.

David Barriocanal, ingeniero: «Ni los extranjeros ni los ingleses sabemos lo que va a pasar tras salir de la UE»

Llegó a Gran Bretaña, a Londres más en concreto, a finales de noviembre de 2014 y lleva asentado en el país desde agosto de 2015. Este ingeniero industrial burgalés de 28 años vive con expectación la actualidad del país, inmerso en los primeros días del Brexit y en un rebrote de la pandemia que ha obligado a extremar las medidas de confinamiento en los hogares y oficinas. «No he notado muchos cambios en nuestra vida tras el 1 de enero, quizá un poco más adelante cuando entren en vigor nuevas leyes. Como extranjero incluso tengo hasta más beneficios que los británicos, pues puedo entrar y salir del país sin problema alguno». 

La condición de David en Gran Bretaña es de ‘preasentado’, pues llegó a Londres antes de que el Brexit se votase y entrase en vigor. Cuenta con un número de la Seguridad Social inglesa y con una residencia reconocida, lo que le abre un plazo de 5 años para asentarse definitivamente y residir y trabajar con normalidad.

«Ni los extranjeros ni los ingleses saben lo que va a pasar con el Brexit, aunque el Gobierno va explicando los cambios. Creo que al final serán los casos prácticos, el día a día, los que nos aclaren hacia donde vamos. Yo no he tenido ningún problema ni los españoles que conozco han tenido dificultades para viajar». Los aeropuertos ya están preparados para atender a los visitantes de la Unión Europea.

«Gran Bretaña es un país de sentimientos encontrados. Muchos con los que he hablado estaban a favor y otros muchos en contra, especialmente en Londres. Aún así, la gente por lo general comparte y también respeta mucho las opiniones. Yo creo que cuando votaron hace casi 5 años no conocían el alcance real de lo que estaban decidiendo».

David ha desarrollado un trabajo esencial durante los confinamientos y ha descubierto una capital británica sin coches. «De la hora y diez que tardaba de mi casa al trabajo he llegado a reducir el trayecto a 35 o 40 minutos sin nadie por las calles. Resultaba muy extraño ver Oxford Street, habitualmente muy bulliciosa, con quizá dos personas a la vista».

El destino de este ingeniero, reconoce, está donde le lleve su trabajo. «Tendré que viajar mucho por Europa y ataduras las justas. Quizá el Brexit en cierta forma nos haya beneficiado a los extranjeros que ya estábamos aquí ya que nos permitirá movernos con relativa facilidad, aunque afectará a otros que quieran venir más adelante a desarrollarse profesionalmente. A partir de ahora, para asentarse y trabajar en Reino Unido se necesitará una visa por puntos bastante más restrictiva a la que se usa en Australia o Nueva Zelanda».      

Marta Torres Peña, asistente de vestuario de cine: «El país está cerradoy los hospitales saturados»

Esta burgalesa de 31 años [en la foto con su pareja Theo Cobb], empadronada en Londres desde hace 8 años, trabaja confeccionando vestuarios para los actores de películas y series de televisión. Desde marzo se somete a test de coronavirus varias veces por semana para que la actividad de su empresa mantenga la máxima normalidad. «Con el confinamiento la gente se ha visto todas las series y películas y tenemos que seguir haciendo nuevas», bromea desde su casa en Londres, desde donde estos primeros días del año teletrabaja.

«No hemos tenido tiempo de asimilar el Brexit porque todo esta paralizado con la pandemia. Temo que hagan falta otros 3 o 4 meses para que la gente empiece a notar cambios». Pese a ello, Marta nota una gran decepción entre la gente: «Todo lo que habían prometido que iban a conseguir no lo han logrado y los que votaron Brexit están enfadados».

Esta trabajadora del mundo de la cultura está a la espera de que se alcance un acuerdo entre Reino Unido y Unión Europea para que los artistas puedan moverse libremente entre ambos territorios, un visado para artistas (actores, músicos, etc.). «Nosotros trabajamos mucho en Europa y en diferentes escenarios». 

En Londres no hay fiesta alguna,  esta semana se han cerrado los colegios hasta mediados de febrero y se supone que solo pueden acudir a su puesto de trabajo los empleados esenciales. «Yo teletrabajo porque estuve en España en Navidades y tengo que cumplir la cuarentena de diez días tras la llegada a Gran Bretaña». En su caso, no se hizo prueba alguna porque no le han pedido una PCR para regresar. «Te puedes hacer un test al llegar pero cuando te llegan los resultados ya llevas 8 días confinada y eso tras pagar casi 200 libras por la prueba».

La situación sanitaria ha provocado que muchos españoles no hayan regresado y teletrabajen desde España. «Los contagios diarios son mucho más altos que en marzo e incluso los hospitales utilizan las flotas de ambulancias como habitaciones porque están desbordados».

César Liz, fotógrafo documental: «Creo que hay una gran falta de previsión con el Brexit»

Este fotógrafo documental vive y trabaja en Londres desde hace más de 10 años. Reconoce que la capital es multicultural y allí la mentalidad es muy abierta. «Creo que ni ellos mismos se esperaban que el Brexit saliese adelante. Muchos ahora cambiarían de opinión y dirían ‘no’ a una propuesta que creo estaba cargada de falsedades».

El país, reconoce César, burgalés de 54 años, está poco organizado y no tenía ninguna previsión ni instrucciones sobre cómo abordar esta nueva etapa. Y a todo ello se ha unido la emergencia sanitaria de los últimos días. 

Este profesional cuenta con residencia permanente en Reino Unido y sus planes son continuar. César Liz tiene un trabajo muy vinculado a la vida cultural, de hecho ha fotografiado muchas exposiciones de los museos londinenses y ha realizado muchos reportajes documentales, «un tema que se ha cortado desde hace un año por la pandemia».

«Creo que el país pierde con este proyecto porque depende de Europa. Muchos trabajadores han dejado de ir a Reino Unido, otros se han marchado y hay empresas que han hecho lo mismo».

«Preveo malos tiempos y no descarto que el Brexit se revierta en un futuro, de hecho Escocia e Irlanda del Norte están reclamando su permanencia en Europa, aunque también hay británicos que defienden un futuro fuera de Europa». 

Manuel Óscar Labarga, ingeniero informático: «La City londinense no sufrirá un declive»

Vive en  el Reino Unido desde el 1 de septiembre de 2015, aunque su relación con este país viene de su etapa de estudiante. Antiguo profesional de IBM, ahora trabaja para una compañía de telecomunicaciones de Silicon Valley que tiene una oficina en la City londinense, aunque desde mediados de marzo teletrabaja por las restricciones sanitarias. De hecho, ahora está en Madrid «y no tengo prisa por volver. Una de mis hijas estudia allí y los colegios están cerrados».

Cuando llegó a las islas británicas, recuerda Manuel, de 54 años, el Brexit era una «posibilidad remota» y no se esperaba que el referéndum saliese adelante. «Desde entonces han sido 4 años de mucha incertidumbre pero, para los extranjeros, la peor salida era un ‘no acuerdo’, lo que no ha ocurrido». Manuel tiene ya residencia permanente e independientemente de lo que ocurriese podría haber seguido trabajando en Reino Unido o volver a España uno o dos años y regresar de nuevo. «El problema es para los que vengan a partir de ahora, que entran en el sistema de inmigración por puntos».

«El Brexit con acuerdo se ve con cierto alivio, aunque la gente se está dando cuenta de que hay cosas que no son tan obvias, como el hecho de que los británicos y sus hijos no van a poder trabajar o estudiar con facilidad en el resto de países de la Unión Europea. Querían resolver algunas cuestiones, como el colapso de su sistema sanitario, y se han cerrado muchas puertas».

Manuel considera, no obstante, que Londres seguirá siendo «muy atractiva» para trabajar, porque sigue estando cerca de Europa y su lenguaje nativo es el inglés. «Aseguran que parte de la actividad del sector financiero empieza a salir de Reino Unido pero creo que la City no sufrirá un declive y solo se verá afectada con las multinacionales que no son británicas».

Preocupa eso sí el arranque de 2021. «El confinamiento parece más estricto que el de marzo y abril porque en el Reino Unido fue más relajado que en España. Todo se une a la incertidumbre con el Brexit, pues el acuerdo no ha dejado todo bien definido y surgirán problemas» .