La Concejalía de Medio Ambiente  ultima los detalles de la actuación de mantenimiento y conservación de la ribera del río Vena prevista para este invierno. El Ayuntamiento de Burgos, con la aprobación de la Confederación Hidrográfica del Duero, completará una amplia intervención dividida en cinco tramos comprendidos entre Pallafría y Casa La Vega.

Este proyecto se centrará tanto en la limpieza y desbrozamiento del talud sur del río como en el análisis de la situación del arbolado en las zonas de paso. También se plantarán nuevos árboles en los alrededores del cauce para evitar la acumulación de maleza y la colonización de especies invasoras en el trazado.

El estudio realizado por Medio Ambiente ha detectado un envejecimiento de la vegetación y la UTE de Jardines ya ha completado las primeras tareas. Los chopos más viejos ya están catalogados para su posible sustitución y se eliminarán las ramas que afecten a las zonas de paso.

Los técnicos y los responsables de la Concejalía conocen al dedillo cada palmo del terreno y trabajarán por sectores en función de las necesidades de conservación. El primer tramo, que comprende desde la altura de la sede del Grupo Antolín hasta la calle Río Viejo de Villímar, requiere una atención especial. Además del desbrozamiento y limpieza de los residuos presentes en el cauce se plantarán árboles nuevos.

El segundo segmento planteado alcanza la calle Teresa Jornet y está en buenas condiciones. Por eso, se repasarán puntos concretos de este espacio. El tercer tramo, hasta Manuel Muñoz de Guillén, presenta mucha vegetación y también se contempla la plantación de nuevos elementos.

Siguiendo el río se llega a Esteban Sáez Alvarado, dondeya se ha eliminado las partes salvajes y se ha retirado la basura acumulada. Así, la atención de los trabajos se dirigirá a la zona de Casa La Vega. Una vez concluida esta labor se realizará una revisión de los árboles presentes hasta la desembocadura en el Arlanzón.

Este proyecto de mantenimiento y conservación de la ribera del Vena apostará por la renaturalización del entorno del río.Por ello, se descarta el encauzamiento con las escolleras de piedra presentes en algunos tramos del casco urbano.El Ayuntamiento de Burgos quiere evitar que el cauce quede encajonado y seguirá las directrices europeas actuales. 

Estas políticas ambientales darán protagonismo a las gramíneas, aunque será en este punto cuando entre en acción el Plan Director del Arbolado presentado recientemente. Este documento determinará qué especies concretas son las más recomendables en esta actuación y el Ayuntamiento de Burgos también contempla la posibilidad de crear pequeñas islas formadas por especies aromáticas que favorezcan la biodiversidad.

La inversión de estas labores de mantenimiento está recogida dentro del contrato de parques y jardines. Sin embargo, Medio Ambiente necesita los planes de empleo de la Junta de Castilla y León para contratar brigadas forestales que colaboren en los trabajos planteados para los próximos meses.

Solares del S3 y S4. Aún queda mucho por hacer para el correcto mantenimiento del entorno de los ríos, pero la Concejalía dirigida por Josué Temiño aspira a que la labor iniciada en este legislatura tenga continuidad a lo largo de los próximos años. 

Otro proyecto de futuro de este área municipal se centrará en otras labores a desarrollar más allá del cauce. Medio Ambiente, con la colaboración de Fomento, trabaja en una idea que pretende sacar un rendimiento provisional a algunas parcelas situadas en el S3 y el S4.

Aunque son espacios reservados para equipamiento, las labores de conservación de esos solares darán un servicio público a los ciudadanos mientras se decide qué dotaciones se levantarán en esos sectores. Además, estos proyectos garantizarán las condiciones óptimas de salubridad de la zona y supondrá una acción preventiva contra los incendios.