Urgencias crea un protocolo para mordeduras de víbora

G.G.U.
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El HUBU trató 13 envenenamientos de este tipo en 2018, la cifra más alta del país. Lo habitual es que sean leves, pero si no se tratan bien en las primeras horas pueden llegar a ser mortales

Urgencias crea un protocolo para mordeduras de víbora - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Urgencias del HUBU ha diseñado el primer protocolo de actuación del país ante mordeduras de víbora, al constatar en diversos congresos estatales sobre toxicología que Burgos es la provincia en la que más casos se registran cada año. De hecho, en la temporada de serpientes de 2018 (solo salen entre marzo y noviembre) hubo que atender a 13 personas por este tipo de envenenamiento, mientras que comunidades autónomas refieren menos de una decena de incidentes totales «en varios años». Y aunque lo habitual es que las reacciones sean leves o de gravedad moderada, la ausencia de tratamiento adecuado en las primeras horas puede conllevar un dolor crónico residual o, en los supuestos más graves, la muerte del paciente. En la provincia no hay constancia de fallecimientos por esta razón desde 2010.
La causa de que Burgos sea un territorio diferente está en su ecosistema: aquí conviven las tres especies de víbora de la Península Ibérica: la cantábrica (Vipera seoanei), la hocicuda (Vipera latastei) y la áspid o del Pirineo (Vipera aspis). Así, lo habitual es que los urgenciólogos del HUBU se encuentren con entre siete y diez mordeduras de media en cada temporada. «Entonces, después de contrastar nuestra casuística con la de otros territorios, la Unidad de Toxicología vio la necesidad de protocolizar la atención para unificar criterios», explica el jefe del servicio, Francisco Callado, destacando que los responsables de este guion asistencial ahora están haciendo un  estudio de incidencia en Castilla y León con el propósito de seguir extendiendo el protocolo; primero por los centros sanitarios de la región y después por los de todo el país.

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