El avance del cartel de Sonorama Ribera 2022 y las ganas de los festivaleros más fieles a esta cita arandina se dejaron notar en el inicio de la venta de bonos para lo que será la 25 edición de este macroevento musical. En poco menos de hora y media se vendieron 5.000 bonos. Los más rápidos pudieron hacerse con uno al precio de la primera promoción, 75 euros, pero estos se agotaron en apenas 30 minutos, al igual que los VIP, que salieron a 135 euros. En la siguiente hora, quienes se hicieron con una de las entradas de la segunda promoción ya tuvieron que pagar 80 euros, y también se acabaron.
A partir de ese momento, los precios de los bonos subieron a 85 euros los normales y a 150 los VIP, que dan acceso a una zona exclusiva dentro del recinto de Sonorama Ribera y a descuentos en productos. La respuesta del público la recibía la organización como un apoyo tanto al festival como a la propuesta que ya se empezó a dar a conocer para la celebración de este cuarto de siglo, incluyendo una llamativa variedad de estilos y artistas en el avance del cartel y con C. Tangana como mayor reclamo, a la espera de que se confirmen nuevos nombres.
A estos 5.000 festivaleros que ya tienen su bono para el próximo Sonorama Ribera se suman los cerca de 10.000 que lo compraron para la edición de 2020 y que decidieron conservarlo. Un gesto de apoyo que agradeció el director del festival, Javier Ajenjo, tanto por el respaldo moral como por el colchón económico que ha supuesto en estos largos y duros meses.
Ajustar los precios. Además de la venta de bonos, ayer también se habilitó la adquisición de entradas para el camping del festival, que vuelve a ser independiente de la entrada. En esta próxima edición, el precio de este servicio es de 20 euros, cuando en el último festival que se celebró se cobró una cantidad simbólica de tres euros. Este incremento recibió críticas en redes sociales por considerarlo excesivo y solicitando que se incrementasen los servicios de la zona de acampada, que durante el festival acoge el parque General Gutiérrez.
Desde la organización, Javier Ajenjo calificaba esta subida como «comedida», teniendo en cuenta las tarifas que cobran en otros festivales por este servicio. «Un camping no puede valer 3 euros cuando vale 50 en otros festivales, la media en los festivales españoles es de 30 euros, y cuando tenemos unos servicios y unos costes que no se corresponden con lo que nosotros invertimos», explicó el director de Sonorama Ribera, que insistió en que, dentro de la línea de trabajo de mejora del festival, el camping verá mejorados sus servicios para aquellos festivaleros que opten por esta instalación.