Lluís Riera llegó al banquillo del UBU Tizona a principios de diciembre de 2020. El entrenador catalán, con experiencia como segunda espada en ACB, aceptó el reto de sacar a los burgaleses del pozo de la LEB Oro. En estos tres meses, el equipo ha tenido partidos mejores y peores, pero ha sido capaz de rascar cuatro victorias que se sumaron a la única lograda con Jorge Elorduy al frente. Sin embargo, el cuestionado sistema de competición hace que pase a la segunda fase con un único triunfo en su casillero, el que sumó contra el Cáceres en El Plantío. El escenario se presenta realmente complicado para el Tizona y le obliga a ganar prácticamente todo para alcanzar la salvación.  

Cuando llegó a mitad de temporada, ¿se esperaba encontrarse a estas alturas en una situación tan delicada?
El equipo llevaba un 20% de victorias, así que hubiera sido muy iluso pensar que se iba a poner en el 80%, pero creo que el formato de competición ha sido un poco traicionero con nosotros. Hemos competido bien la mayoría de los compromisos, hemos ganado a los de arriba y ahora nos encontramos con una sola victoria. La realidad es que no hemos ganado los partidos que deberíamos haber ganado.

¿Considera injusto el sistema de competición?
Lo considero injusto por dos motivos: hemos jugado partidos que clasificatoriamente no sirven para nada y se arrastran unos encuentros que no engloban la totalidad del trabajo del equipo. Lo considero injusto con nuestro trabajo.

El UBU Tizona necesita firmar una segunda fase casi impecable para salvarse, ¿ve al equipo física y mentalmente preparado?
Veo al equipo preparado y lo digo convencido. La plantilla es muy consciente de lo que tiene que hacer a nivel competitivo y del trabajo del día a día. Está mentalizada para ir partido a partido y para afrontar las finales que nos quedan. Esto es como si jugases un play off, todo son finales. Hay que ganar casi todos los duelos, nos podemos dejar muy pocos.

La victoria en casa del Valladolid, aunque no sirvió a nivel clasificatorio, supongo que ayudó a reforzar esa mentalidad optimista...
Nos dio un plus porque compensamos bien el equipo y adaptamos a las incorporaciones. Nos ayudó a coger confianza, sobre todo en el terreno ofensivo, y nos demuestra que podríamos haber estado más arriba.

¿Qué tal se están adaptando Mike Hall, Bryan Starr y Ryan Nicholas, los tres últimos fichajes?
Bien, estoy contento con los tres. Son jugadores que nos ofrecen eso que no teníamos y nos permiten compensar las debilidades que tenía el equipo. Esto es importante para buscar el equilibrio que necesitamos.

¿Fueron petición suya?
Bueno, con las salidas que ha habido, necesitábamos dos jugadores más y las molestias de los hombres del perímetro nos llevaron a fichar a Bryan Starr.

¿Qué aportan los nuevos?
Hall nos da oficio, rebote y conocimiento del juego; Nicholas nos ofrece intensidad, tiro exterior y rebote; y Bryan Starr puede jugar al ‘1’ y al ‘2’ y tiene buena capacidad de pase y defensiva. Uno de los objetivos con todas las incorporaciones es mejorar en el juego defensivo, que es donde estábamos sufriendo.

El juego interior ha cambiado casi por completo, ¿es más fuerte ahora?
Somos más consistentes.

Una de las razones de la llegada de Starr es la lesión de muñeca de Ayoze Alonso, ¿cómo le ve?
Tiene molestias, es normal, pero creo que puede dar su 100% en ciertos momentos, pero el dolor no le deja jugar siempre con la intensidad o concentración que le gustaría.

¿El parón y los choques intrascendentes le han venido bien para recuperar efectivos y adaptar a los fichajes?
Siempre que haya competición es bueno para el equipo, así que los encuentros contra el Oviedo y el Valladolid fueron buenos. Esta semana se ha trabajado bien y así las piezas han ido encajando con más calma, pero lo que queremos es jugar. Está siendo una temporada muy intermitente, se ha jugado poco.

Desde el inicio de la campaña se ha hablado de que el Grupo Oeste, en el que estaba el Tizona, era mucho más difícil que el Este, ¿cree que ahora será más fácil ganar?
Pongo en duda que un grupo sea más fácil que el otro. Pienso que la necesidad que tenemos los equipos es lo que marcará la segunda fase. Es una liga de necesidades e incertidumbre por la pandemia, los partidos aplazados... Habrá que ver cómo viven todo esto los clubes. Mi equipo está convencido y yo también de que podemos cumplir con el objetivo de la permanencia.

¿En qué debe mejorar el Tizona para lograr la ansiada salvación?
Tenemos que defender mejor, no hay otra. Lo tengo clarísimo. Los equipos débiles en defensa van a estar abajo. Tenemos que focalizar nuestra disposición atrás: rebote y trabajo defensivo.
Imagino que vio el miércoles el último partido de su próximo rival, el Real Canoe, hoy no se puede fallar en el inicio de la segunda fase...

Cada partido es una final para nosotros. Se tiene que ganar.