La Máquina del Ruido llevará la sala Andén 56 durante 9 años

I.L.H.
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Propone crear una agencia de comunicación para los grupos emergentes y un convenio de intercambio con otras salas. La otra empresa en liza, Evolución Tour, va a presentar alegaciones

Javier Contreras (i.) y Santiago Mancho son los dos socios de La Máquina del Ruido. - Foto: Patricia

La Máquina del Ruido, la empresa que mantuvo la gestión del Centro de Creación Musical hasta el 3 de octubre del año pasado, será la encargada de llevar la sala Andén 56 durante los próximos nueve años (cinco anualidades y la posibilidad de dos prórrogas de dos años cada una). Al menos a priori, porque la otra empresa en liza, Evolución Tour, no está conforme con la adjudicación y ha anunciado que va a presentar alegaciones.

El proyecto de Javier Contreras y Santiago Mancho, los dos socios de La Máquina del Ruido, ha sido el elegido por el comité de expertos que han integrado tres técnicos de la Gerencia de Servicios Sociales, Juventud e Igualdad de Oportunidades. Los documentos están en evaluación y si todo está conforme y no prosperan las alegaciones, está previsto que se firme el contrato el mes que viene, que es cuando abriría el Centro de Creación Musical de la calle San Pedro y San Felices, conocido antes como Hangar. El contrato tiene un importe de 3.422.320,66 euros.

Entre las mejoras presentadas por La Máquina del Ruido está la de crear una agencia de comunicación «con la que hacer un seguimiento a los grupos emergentes desde el primer minuto, cuando entran al estudio del Andén 56 a grabar, hasta la promoción de sus conciertos y giras», señala Santiago Mancho. La idea es utilizar la terraza, un espacio que a día de hoy y pese a las restricciones puede abrirse, para dar voz a los grupos locales, «algo también que queremos potenciar», y crear un convenio de intercambio con otras salas del país para que las bandas burgalesas puedan tocar fuera.

Ofrecen también como aliciente otorgar al Ayuntamiento el uso de la sala durante nueve fechas en lugar de las ocho exigidas y reportar a Juventud el 5,5% de los ingresos de las barras, un 0,5% de lo solicitado en el pliego.

Andén 56 tiene licencia de sala de fiestas por lo que, mientras duren las restricciones actuales que por la pandemia mantienen las autoridades sanitarias, no podrían haber el espacio a los conciertos «salvo que se considere un bien cultural, como ocurre en otras comunidades», señala Mancho. El técnico, músico y gestor cree que hay «luz al final del túnel» y esperan iniciar su trabajo de manera inmediata con su terraza musical.