La abultada derrota que sufrieron el pasado sábado tiene que marcar un punto de inflexión en la campaña del primer equipo burgalés de fútbol sala. Jugadores y cuadro técnico se han conjurado para afrontar lo que resta de Liga con mayor ambición y, especialmente, empezar a ganar partidos lejos del Pabellón Círculo.

El principal lastre del equipo que dirige Raúl Zamora son las bajas. Las que están motivadas por lesión son incontestables pero las ausencias por motivos personales están provocando graves perjuicios en el bloque. El ejemplo más claro es el del pasado encuentro con el Ibi (13-0), hasta seis ausencias, dos bajo palos, quebraron cualquier opción de competir.

Para cambiar esa dinámica, el entrenador Raúl Zamora reunió a sus jugadores el lunes y tras analizar la situación todos se comprometieron a un mayor esfuerzo y a contemplar la competición con más ambición y nuevos retos. «Los problemas se superan mejor hablando y en grupo», afirma el técnico.

El Círculo BigMat está con tres victorias más con respecto a los puestos de descenso. Ocupa la decimoprimera plaza y aunque restan once partidos para finalizar la campaña el objetivo es mirar para arriba y «olvidarse del descenso». Se han marcado aspiraciones más elevadas. «Tenemos que dejar de mirar para abajo y empezar a mirar hacia arriba. Debemos esforzarnos por conseguir la primera victoria de la temporada lejos de casa», reta Raúl Zamora. Hasta ahora el Círculo BigMat solo ha sumado dos empates:Ziérbana (2-2) y Cuéllar (2-2). 

En resumen, un mayor compromiso y más ambición por parte de todos para sacar adelante al primer equipo de fútbol sala de la provincia. Tiempo para asimilar las nuevas exigencias van a tener ya que este fin de semana no hay competición. Se disputa el Campeonato de España de selecciones territoriales y la competición se paraliza. «No sé si nos viene bien el parón. A veces cuando sufres una derrota tan abultada cuanto antes juegues más rápido se olvida», dice Raúl Zamora.