La historia se repite en el Casco Viejo aunque en este caso no es un único edificio el que está en ruinas, sino dos. Ambos están deshabitados y se ubican en la calle La Fuente en el número 4 y el 6 de esta travesía que es uno de los accesos a la ciudad. El Ayuntamiento ha iniciado el procedimiento de declaración de ruina y espera resolver pronto la situación ya que como reconoce la concejala de Urbanismo, Soraya Solórzano, «hay que tirarlos ya» dado el pésimo estado que presentan y el riesgo que suponen para el tráfico rodado y los peatones.

Por este motivo se ha activado el procedimiento en estos dos inmuebles que están incluidos dentro del Catálogo de Bienes Protegidos por su valor patrimonial. Esto quiere decir que para demolerlos tiene que haber una causa que lo justifique y que en este caso es que son «un peligro inminente», argumenta Solórzano. Para seguir con el procedimiento, se ha contactado con la propiedad porque es la que tiene que hacer frente al problema. 

En primer lugar se tiene que apuntalar y colocar una estructura provisional para asegurar los dos edificios y para esto se da un plazo de «tres días», apunta la concejala. Esta es solo la primera medida porque con los informes técnicos sobre la mesa, Urbanismo tiene claro que hay que tirar ambos inmuebles porque no se puede solucionar con reparaciones.

El estado de ruina de dos edificios obliga a su derribo

El que presenta peor estado es el número 6. En este caso el Ayuntamiento da «dos semanas de plazo para acometer el derribo» y para el otro se amplía a un mes. En la parte delantera la imagen es mala, aunque donde realmente se ven los problemas es en la trasera, en la calle del Castillo, una vía que tiene mucho menos tránsito. En esa zona ya se han tenido que poner vallas por derrumbes y en uno de ellos el tejado se ha caído por completo. 

Esta imagen y las posibles consecuencias preocupa, a los responsables municipales que ya están «preparados para actuar», reconoce Solórzano, puesto que en este tipo de expedientes y al haber más de un propietario, el proceso se suele dilatar. Esto es algo que se quiere evitar a toda costa por el pésimo estado en el que están, sobre todo la parte superior, ya que todavía no se ha accedido al interior para comprobar todas las alturas.

En cualquier caso, dada la situación y con las características que tiene la calle La Fuente, Solórzano también remarca la dificultad que se tiene para colocar una estructura que no perjudique el tráfico, ya que es una zona muy estrecha por la que además pasa el autobús urbano.

El estado de ruina de dos edificios obliga a su derribo

Para solventar este inconveniente, la concejala indica que si finalmente Urbanismo se hace cargo de asegurar los dos edificios se «colocará una estructura a medida que posibilite el tráfico». Si se consigue, se podría tener más tiempo para que la propiedad o el propio Ayuntamiento derriben los edificios. «Si se coloca la estructura el riesgo no es tan inminente», recalca la concejala, que añade que se tendría más tiempo para planificar el derribo, puesto que para eso sí que hay que limitar el tráfico y además hay partes que se tendrán que hacer manualmente.