La generación que ahora es adolescente es la primera nacida en la era puramente digital. Han ido creciendo con ordenadores en las aulas, tablets y móviles en casa, y un sinfín de dispositivos electrónicos que suponen un gran avance en casi todos los aspectos. Pero la educación en materia de seguridad en internet sigue dejando mucho que desear a juzgar por las alarmantes cifras de ciberacoso y delitos sexuales a través de las redes que manejan en la Fiscalía. En 2020, investigó medio centenar de casos de coacciones, amenazas y hostigamientos en los que las víctimas son, principalmente, menores de edad. Y este año siguen aumentando.

En el ciberespacio hay infinidad de peligros a los que se enfrenta la sociedad diariamente, pero que hacen especialmente vulnerables a los más jóvenes. El más común es conocido como 'Grooming'. Un adulto se crea un perfil falso en alguna red social y trata de ganarse la confianza de un adolescente para conseguir fotos íntimas. Cuando logra su objetivo, empieza a hostigarle para, o bien conseguir más material de índole sexual, o un beneficio económico. A veces incluso llegar a tener un contacto físico, aunque este tipo de situaciones en la provincia no son tan frecuentes.

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