Una guía para perderse con el coche por un territorio único

R. PÉREZ BARREDO
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El burgalés Igor Gonzalo firma la primera guía de rutas por carretera de Castilla y León. Editada por Lonely Planet, ofrece 25 itinerarios espectaculares, ocho de los cuales discurren por tierras burgalesas

Una guía para perderse con el coche por un territorio único - Foto: Igor Gonzalo

1) Los dominios del buitre leonado

«Acostumbrado a una imagen del Castilla ancha y larga, dorada y seca, el viajero encontrará el antídoto a sus prejuicios en esta tierra verde, de ríos salvajes, hayedos y cañones donde reina el buitre». Así se presenta 'Los dominios del buitres leonado', ruta de 267 kilómetros entre Arija y la localidad soriana de Ucero, esto es, uniendo los cañones de los ríos Ebro, Rudrón y Lobos por las carreteras N-232, N-623, A-1 y N-234. 

Propone, como joyas de la ruta, Arija (y visitar los cercanos hayedo de Villabáscones de Bezana, la cascada de Las Pisas y el embalse), Orbaneja del Castillo (en la imagen), Pesquera de Ebro, Covanera (con el Pozo Azul como principal reclamo) y Tubilla del Agua y detenerse en Manzanedo (y su monasterio de Rioseco), San Felices del Rudrón y Hontoria del Pinar.Sugiere emplear una semana para empaparse bien de todo, hacer la ruta preferiblemente en otoño. «La naturaleza muestra su fuerza a lo largo de esta ruta, un territorio salvaje de cañones labrados por los ríos Ebro, Lobos y Rudrón tras siglos de erosión».

2) El destierro del Cid

«Historia y leyenda se funden en esta ruta para descubrir parajes legendarios, escondites, castillos y vinos del Arlanza y de la Ribera del Duero». De Vivar del Cid a Atienza (Soria), esta ruta que discurre esencialmente por carreteras secundarias, propone como joyas principales Burgos capital, Covarrubias y Peñaranda de Duero, pero subraya el interés de Vivar del Cid, cuna del Campeador, San Pedro de Cardeña, tan relacionado con el que en buena hora nació (en la imagen, cerveza trapense del cenobio cidiano), Mecerreyes y Santo Domingo de Silos.

Son 286 kilómetros a cubrir en seis o siete días para saborear bien el viaje. Propone visitar las bodegas subterráneas de Aranda y el cementerio de Sad Hill, aquel que se construyó para la película 'El bueno, el feo y el malo'. También apunta con interés desviarse un poco para conocer Lerma. La ermita visigótica de Quintanilla de las Viñas, la capilla de San Olav, los espectaculares sabinares del Arlanza o la ciudad romana de Clunia son algunos de los hitos más sugestivos de la ruta cidiana.

3) Las Loras y el oro negro

«Altos páramos del Jurásico, crestas rocosas que fueron fortalezas naturales y espectaculares cañones fluviales conviven con el lugar que fue testigo del único campo petrolífero en tierra de toda España». He aquí una ruta de 133 kilómetros a cubrir en dos o tres días. De Sargentes de la Lora a Salinas de Pisuerga (Palencia), se sugiere hacer la ruta en primavera o en otoño. El Museo del Petróleo de Sargentes (que cuenta la historia del sueño del oro negro), los caballitos de acero del campo petrolífero, el dolmen de La Cabaña, la cascada de La Coladera de Hoyos del Tozo, el imponente mirador de Lorilla son algunos de sus hitos más recomendables.

Territorio megalítico donde los haya, esconde las huellas de los primeros pobladores: El Moreco y Nava Alta (en Huidobro) y La Cotorrita (en Dobro) son buenos ejemplos. Los imponentes paisajes que dibuja el Geoparque de las Loras es un espectáculo en sí mismo: ahí están la majestuosa y mítica Peña Amaya, Peña Castro o Peña Ulaña (en la foto).

4) El mar de Castilla

«Largas carreteras rurales entre interminables campos de cereal que va pasando del verde lima al amarillo, que el viento mece y hace danzar, a semejanza de un mar ocre de sol derretido». Dos días sugiere la guía para 95 kilómetros entre Villadiego y Sasamón pasando por Sotresgudo, Herrera de Pisuerga, Osorno, Melgar de Fernamental y Padilla de Abajo.Dos joyas, Amaya y Sasamón, se elevan por encima de todos los otros reclamos de esta ruta.

Propone, asimismo, algún desvío interesante, como el que lleva a Castrillo de Murcia, pueblo que atesora una tradición bien singular: el Colacho. El Canal de Castilla es otro de los grandes atractivos de esta ruta.La muralla y la colegiata de Santa María la Real de Sasamón, el castillo de los Cartagena en la cercana localidad de Olmillos de Sasamón o la ermita de la Virgen del Torreón de Padilla, más hitos que no puede perderse el viajero. «Los campos de cereal y los rebaños de ovejas que recorren estas tierras inmensas se traducen en una carta de sabores, con sabrosos asados de cordero y deliciosas pastas artesanas...».

5) Sierra de la Demanda y el Urbión

«Uniendo tres provincias, estas dos importantes sierras de pinares y grandes lagunas y grandes lagunas de origen glacial conforman un itinerario de aguas cristalinas y cascadas heladas». Entre siete y nueve días suma la propuesta de esta ruta fascinante, ideal para visitar en el invierno. De Arlanzón a la playa Pita soriana, este itinerario por tierras riojanas, burgalesas y sorianas atesoran maravillas naturales como los nacimientos de los ríos Duero y Arlanza o algunos de los más importantes yacimientos de icnitas de la Península Ibérica.

Destaca la guía tres joyas que no pueden dejar de visitarse en profundidad: Arlanzón, con su vía verde del ferrocarril minero y su embalse; Pineda de la Sierra yQuintanar de la Sierra. Entre medias, Santa Cruz del Valle Urbión, Espinosa del Monte, Salas de los Infantes... Todo son parejes increíbles, como las lagunas de Neila, los picos Mencilla y San Millán, hayedos, robledales, necrópolis, cascadas, bosques encantados, un museo de los dinosaurios... Un lujo para los sentidos.

6) Las Merindades

«Joyas románicas, castillos, desgarradores desfiladeros, valles en flor, cuevas kilométricas, frondosos hayedos, altas cumbres, cascadas abrumadoras y cientos de senderos y miradores al vacío». Así presenta la guía su propuesta por la provilegiada y bellísima comarca burgalesa de Las Merindades. Y grande: sugiere emplear en ella entre 15 y 20 días. De Poza de la Sal a Medina de Pomar, este itinerario pasa por parajes y localidades de historia y belleza incomparables: el valle de las Caderechas, famoso por sus cerezos en flor; la villa de Oña; Valdenoceda; Villarcayo... Joyas recomendadas: la citada villa salinera, balcón de La Bureba; la impresionante Puentedey; el complejo kárstico de Ojo Guareña; el Monte Santiago y su Salto del Nervión; y la maravillosa Frías y esa otra pequeña joya que es Tobera. Entre medias, incontables lugares: Espinosa de los Monteros y sus Cuatro Ríos Pasiegos; el ubérrimo Valle de Mena; San Pantaleón de Losa; La Merindad de Cuesta Urria y su sierra de las Tesla y el río Nela; la casacada de Pedrosa de Tobalina...

7) Camino de peregrinos

«Más de la mitad de la ruta jacobea transcurre por tierras castellanas.A lo largo de 420 kilómetros, se alcanzan las capitales de Burgos y León y hasta se puede recorrer por el único tramo navegable». Entre 10 y 12 días propone la guía para visitar los puntos esenciales del Camino de Santiago a su paso por Castilla y León. En Burgos, hay hitos fundamentales: Belorado, los Montes de Oca, San Juan de Ortega, Burgos capital y Castrojeriz son los más destacados. A su paso, los yacimientos de Atapuerca, cuna de los primeros europeos.De San Juan de Ortega se pone el acento en el milagro de la luz que durante los equinoccios de primavera y otoño reúnen a una multitud en torno al capitel del la Anunciación.

De Castrojeriz, las ruinas del convento de San Antón, la colegiata de Nuestra Señora del Manzano y, más allá, las cuatro villas de Amaya o el Puente Fitero. También sugiere observar el paisaje desde el Alto de Mostelares: «extensos campos de cereal que se expanden hasta perderse de vista».

8) El peso de Roma

«El sello romano de Castilla y León es innegable; su huella ha marcado pequeños pueblos y grandes ciudades como Ávila, Segovia y Salamanca. Este itinerario, largo como lo eran las calzadas romanas, recorre su legado por toda la comunidad. Siguiendo sus pasos por largas calzadas empedradas, pasado y presente parecen más cercanos en cada provincia. Un acueducto de proporciones faraónicas, las minas de oro a cielo abierto más grandes del Imperio y murallas que encierran ciudades al completo son el menú de un fastuosos banquete en el que también hay magníficas villas y ritos heredados».

Para esa huella romana repartida por la región sugiere la guía emplear entre 15 y 20 días, si se puede en otoño y primavera para evitar el duro invierno y el caluroso verano.Ese peso romano tiene fuerza en la provincia de Burgos y un nombre propio: Clunia, una de las urbes más importantes de la Hispania romana. «Lo más destacable es su teatro, con capacidad para 9.000 espectadores, donde suelen realizarse representaciones estivales».