Locales con nuevos ocupantes, frente a otros vacíos cuyo número sigue creciendo. La zona sur fue en su momento un epicentro comercial, empujado por el trasiego de viajeros que llegaban a la estación de autobuses. Lo recuerdan los empresarios que suman décadas de experiencia en este entorno y que han visto cómo el tiempo ha ido bajando persianas. La situación no es la más favorable, si bien desde que comenzara la pandemia se han registrado una decena de aperturas en distintos sectores, ya sean comerciales o del ámbito de los servicios, según el censo realizado por la asociación Centro Burgos.

Las empresas de servicios han encontrado un lugar perfecto para desarrollar sus negocios: el coste de los alquileres y la cercanía con el casco histórico. Uno de los últimos en llegar ha sido Andrés Marcos, que la semana pasada abrió una clínica de fisioterapia. «Siempre he vivido por aquí y el precio es más asequible», señala, valorando esta ubicación por la variedad de sectores empresariales presentes. Su negocio no es el único que se ha decantado por la calle Concepción, ya que junto al suyo ha comenzado su actividad una peluquería.

En la antigua Floristería Las Camelias, en la calle Miranda 20, Raúl Familia, está al frente desde hace dos meses de la tienda Mundo, que combina locutorio y productos de alimentación españoles, africanos y latinos.Eligió esta zona por la escasa oferta de comercios con estas características. Reconoce que los comienzos «no son los mejores» tiempos para una empresa y es consciente del volumen de cierres existentes debido a «las elevadas exigencias del Ayuntamiento».

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