Cristina Gutiérrez sufrió ayer los primeros inconvenientes en el Dakar 2020, pero los superó con nota y continúa con paso firme en la carrera más extrema del planeta. La burgalesa concluyó la segunda etapa, que recorrió 401 kilómetros entre las ciudades de Al Wajh y Neom, en la posición 38 de la categoría de coches con un tiempo total de 4 horas, 32 minutos y 57 segundos. Este resultado la deja en el puesto 37 de la clasificación general absoluta, a 1 hora, 51 minutos y 20 segundos del argentino Orlando Terranova, líder de la prueba.

El recorrido continuó con rumbo norte, pegado al litoral del Mar Rojo y hacia la frontera con Jordania. Fue una etapa más corta en distancia que la inaugural, pero con una especial aún más larga, de 367 km contra el cronómetro.

Cristina Gutiérrez y su copiloto,  Pablo Huete, salieron muy concentrados y no cometieron errores en la navegación. El Mitsubishi Eclipse Cross siempre fue por la ruta idónea. Sin embargo, la castellana se vio condicionada por un pequeño fallo en un sensor que redujo de forma notable la potencia del vehículo. Además, poco después, sufrió un pinchazo que también le hizo perder tiempo. «No nos ha sorprendido gran cosa el pinchazo porque ya veníamos avisados por la organización de que estos tres primeros días iba a haberlos. En cuanto al fallo en el sensor, no es nada grave y en la tercera etapa volveremos a estar  de nuevo a tope de rendimiento», analizó la burgalesa tras la etapa.

La jornada de hoy tendrá la salida y la llegada en la ciudad de Neom. Tanto, que en torno a la futura megalópolis en construcción se disputará la especial del día, con una distancia de 404 kilómetros contra el crono.

Mejores sensaciones. Por otro lado, el también burgalés Alberto Hernando finalizó en la posición 22 en la categoría de camiones, a 1 hora  y 22 minutos del vencedor de la etapa. A pesar de romper barra estabilizadora y verse obligado a bajar el ritmo de carrera, llegó a tiempo al campamento para repararlo.