Las negociaciones del proceso de regulación de empleo de Aciturri han llegado a su ecuador sin que de momento se atisbe la posibilidad de llegar a un acuerdo a corto plazo, ya que las posturas siguen muy alejadas. La empresa se muestra inflexible en su decisión de aplicar despidos masivos, aunque acepta reducir ligeramente el número, mientras que la plantilla considera que la cifra que plantea la dirección aún es demasiado elevada y que existen alternativas menos traumáticas.

En la propuesta presentada en la reunión celebrada ayer, Aciturri eleva la indemnización hasta 25 días por año trabajado. Eso sí, su oferta para rebajar el número de despidos conlleva como contraprestación, que a los empleados que no se echa, se les aplique un ERTE de quince meses.  Es decir, que seguirían siendo 122 los trabajadores afectados en mayor o menos medida entre las plantas de Miranda y Berantevilla, algo que los sindicatos consideran que es inasumible, ya que supone una mejora ínfima sobre el planteamiento inicial.

Con lo que la empresa se ha mostrado inflexible es con las salidas voluntarias e incentivadas así como con la posibilidad de extender el ERTE actual a toda la plantilla a la espera de que el mercado repunte, ya que entiende que es imposible mantener el organigrama tras haber caído casi un 45% la producción porque pondría en riesgo la viabilidad del grupo. Después de analizar la memoria facilitada por Aciturri y las previsiones a futuro del sector, los comités de las dos filiales del grupo se reafirman en que la crisis es coyuntural y no estructural, por lo que es posible aplicar medidas temporales hasta que la situación mejore. "No podemos estar regateando", aseguran los representantes sindicales en relación al número de despidos.

Por este motivo, insisten en que si tiene que haber salidas, sean voluntarias y con cláusula de readmisión a través de una bolsa de empleo de larga duración, ya que una vez que se deje atrás la pandemia, todo apunta a que será necesario sumar personal a las plantas de Aciturri para volver a la producción anterior al coronavirus. huelga general. El próximo martes 22 de septiembre está convocada una huelga general del sector aeronáutico para pedir al Gobierno que apoye uno de los pilares de la economía nacional. La mayoría de empresas del país  han comenzado ya a despedir personal por la crisis actual, por lo que se pide a la administración pública que abra la mesa de diálogo para las ayudas prometidas, otro de los factores que puede condicionar la negociación en Aciturri, ya que los representantes sindicales entienden que si el grupo se beneficia de algunas medidas estatales, podría aliviar su situación sin necesidad de desprenderse de tantos trabajadores.