Burgos pierde 800 vecinos pese a venir más de los que se van

L.M.
-

La mortalidad, que está casi duplicando el índice de natalidad, ensombrece el saldo migratorio positivo en la provincia

Los pueblos, principal foco de la sangría demográfica. - Foto: Luis López Araico

Burgos lleva dos años acogiendo a más personas, tanto de otras provincias de España como de fuera del país, de las que se marchan. Este saldo migratorio positivo -tanto interior como exterior- tendría que tener todos los visos de traducirse en un incremento de la población a nivel general. Sin embargo la provincia soporta unos índices de mortalidad que casi duplican a los de natalidad, lo que provoca que, de nuevo, cada vez haya menos habitantes.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de hacer públicas las cifras de población a 1 de julio de 2021, que registran en Burgos 353.687 personas. Se trata de 791 menos que las 354.478 que recogió el organismo a 1 de enero de este año, a razón de una pérdida de 4,37 al día. Si nos remontamos al 1 de julio pero de 2020, el número ha caído desde los 355.016 vecinos.

Es cuanto menos paradójico que, habiendo detenido el éxodo de personas que no tienen otro remedio que buscarse la vida fuera de Burgos, la provincia no sea capaz de aumentar su población. Empezando por las migraciones interiores, durante el primer semestre del 2021 han llegado 127 individuos más de los que han hecho las maletas. En total se han sumado 2.287 nuevos vecinos, principalmente llegados de Vizcaya (457), Madrid (348) y Álava (187) , mientras que han emigrado 2.160, sobre todo a Madrid (334), Vizcaya (220) y Álava (187).

El saldo migratorio exterior, la diferencia entre los ciudadanos que llegan de fuera del territorio nacional y los que toman el camino a la inversa, es también positivo para Burgos en el periodo enero-julio. El balance deja un aumento de la población, depurado este apartado, de 225 personas. En total han llegado a la provincia 885 nuevos vecinos, de los cuales 262 tuvieron como origen África, 190 Sudamérica y 187 la Unión Europea. Por contra, 660 burgaleses se han ido lejos de nuestras fronteras.

Mala tendencia general. Si los resultados de Burgos son negativos, a nivel regional Castilla y León continua sumida en un desplome demográfico severo. En los seis primeros meses del curso la Comunidad perdió 7.119 habitantes, 39,3 cada día, para un total de 2.379.530 censados. En el último año el desplome es de 11.874 vecinos.

A nivel nacional, España tampoco logra mejorar sus datos, y tras alcanzar el pasado 1 de enero su tope histórico de censados, 47.398.695, ahora anota 47.326.687, 72.008 menos. Se trata del primer retroceso en cinco años y tiene como origen el mismo problema que a nivel provincial: la prevalencia de las muertes sobre los nacimientos.