Castilla y León estudiará la población de oso

SPC
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El trabajo, en colaboración con el Estado, Asturias, Cantabria y Galicia, se enmarca en el Plan de Monitorización de la Biodiversidad que también se centrará en el sisón, una especie con una regresión "muy alta"

Castilla y León estudiará la población de oso - Foto: eduardo margareto

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente efectuará a lo largo de este año un novedoso estudio sobre la población del oso pardo en la Cordillera Cantábrica que permitirá cruzar genética y estadística para completar la información sobre el tamaño y la tendencia de los ejemplares de esta especie, en un proyecto que se realizará en colaboración con la Administración General del Estado y las autonomías del Principado de Asturias, Cantabria y Galicia.

Se trata de un sistema diferente al utilizado de forma habitual para contabilizar osas con crías, que es un método de seguimiento “indirecto del número de ejemplares”, según explicaron a Ical fuentes de este departamento. Durante las últimas tres décadas, éste ha sido un buen formato, pero al aumentar ahora la población “se necesita complementar con otros métodos”. Las estimaciones el pasado año elevan la cifra en la Cordillera Cantábrica a entre 230 y 270 ejemplares, con 38 hembras y 66 crías.

El trabajo, coordinado en el marco del Grupo de Trabajo Nacional de la especie, en el que también participan expertos en la materia, se enmarca en el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, que analiza y sigue 323 taxones de fauna en la Comunidad. Y uno de ellos es el oso, especie simbólica en la Comunidad.

Por ello, las administraciones implicadas quieren trasladar un sistema que “mezcla genética y estadística” y que ya se probó hace dos años con el urogallo cantábrico, en un censo nacional que también se ha probado de forma experimental con el propio plantígrado en el núcleo oriental en un reciente trabajo coordinado por la Fundación Oso Pardo. Se está intentando poner en marcha con el visón europeo y el desmán ibérico con el objeto de realizar “una estimación de población”. La dificultad ahora reside en el área de distribución de la especie, mucho más amplia que las anteriores, ya que engloba cuatro regiones.