El HUBUha vuelto a asumir toda la cirugía oncológica y no demorable que el riesgo de colapso por la covid-19 obligó a derivar a Recoletas desde mediados de noviembre. La paulatina merma de pacientes infecciosos en planta ha permitido al hospital disponer del personal suficiente para programar operaciones en otros tres quirófanos y ahora ya se está trabajando a diario con ocho (más los dos para urgencias y uno para partos). Así, la gerencia del centro público decidió no volver a renovar este acuerdo con Recoletas, que sigue operando a pacientes en lista de espera de Sacyl por otro tipo de patologías menos prioritarias que las oncológicas. En total, hay otros dos conciertos en vigor con el centro privado para pacientes de Burgos, cuyo propósito es sacar adelante hasta 385 operaciones.

En la capital había ayer 171 personas ingresadas en planta por la enfermedad del coronavirus (15 de ellas estaban pendientes de diagnóstico, pero tenían cuadro clínico compatible con la covid-19), que son 132 menos de las que había mientras las direcciones del HUBU y de Recoletas negociaban contrarreloj las condiciones de los tres acuerdos de derivación: uno para 215 procedimientos menores de Cirugía General, Cirugía Plástica, Traumatología, Urología, Otorrinolaringología y Ginecología;otro para 60 prótesis de rodilla, 50 hernias y 60 vesículas; y, por último, el dedicado a los procedimientos oncológicos y no demorables.

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