El domingo por la noche, mientras preparaba material en casa para el contenido de lo que iba a ser la columna de este mes (¡atención, spoiler!) sobre La ventana de Overton, me encontré que en las redes sociales se viralizaba el hashtag #LodeIbai, y curioso de mí, me puse a trastear. Como muchos sabrán, la etiqueta se refería a la entrevista en La Sexta de Jordi Évole, en su recientemente estrenada segunda temporada Lo de Évole, a Ibai Llanos, cito textual de su entrada en Wikipedia: celebridad de internet, streamer y locutor de deportes electrónicos español.
No les voy a negar que, yo que me he considerado siempre modernito en el mundo online, apenas le conocía. La primera información sobre él me llegó durante el confinamiento porque jugaba a videojuegos con deportistas famosos para causas benéficas, y ahí se quedó el tema. La segunda vez fue por la polémica de la fuga de youtubers a Andorra para pagar menos impuestos, donde se mojaba a favor de pagar tributos en España, con un criterio más que ético de proporcionalidad, y ya me gustó su valentía al retratarse, y el lado en el que se posicionaba. Así que el muchacho (veinticinco añitos recién cumplidos) ya me sonaba, aunque todavía no había puesto foco en él. El tercer impacto, el del domingo, dio en la diana, y me hizo aparcar mis pesquisas sobre teorías políticas y ponerme a escuchar la opinión de este influencer sobre la vida. Y lo que escuché me sorprendió.
Prejuiciosamente, esperaba escuchar a un niñato, contando problemas de ricos, desde la fama y el dinero conseguidos de manera fácil a través de una pantalla. Nada más lejos de la verdad, pues vi a un chico con problemas reales, principios y valores que además de divertir a los adolescentes de toda España, transmite algunos mensajes con fondo que pueden sernos útiles tanto a padres como a hijos.
Esta mañana cuando he preguntado al adolescente que tengo en casa si le conocía, me ha dicho que por supuesto, confirmándome la distancia generacional que se abre por segundos entre nosotros. Espero que ver esta noche juntos Lo de Ibai, nos ayude a reducirla un poco.