El regreso del Burgos CF al fútbol profesional será a domicilio. Los primeros partidos del conjunto blanquinegro deberán ser lejos de El Plantío y es que el cambio del césped en el estadio municipal obligará a que los burgalesistas jueguen como visitantes sus primeros compromisos. 

El club tiene previsto hablar con LaLiga para solicitar estos cambios una vez que tenga aseguradas las fechas y sus mandatarios sepan con certeza cuándo podrán regresar a su terreno de juego. Es algo que le ha sucedido a otros equipos, incluso en Primera División, y que no suele suponer un problema para los organizadores de la competición. 

Los recién ascendidos tienen hasta un año para cumplir con todos los requisitos que tienen que ver con el césped, aunque la entidad quiere dejar resuelto este tema cuanto antes.

El inicio de las obras está previsto para el próximo 5 de julio y es que el Burgos debe esperar a que concluyan los conciertos programados para las fiestas de San Pedro y San Pablo y el último será el 29 de junio. El plazo estimado para que el campo pueda utilizarse y la hierba enraíce oscila entre las 6 y las 8 semanas, aunque los blanquinegros no quieren correr ningún riesgo y no les importante dilatar su vuelta al estadio alguna semana para que el terreno de juego esté en perfectas condiciones, por lo que entienden que las fechas de espera se aproximarán más a los dos meses que al mes y medio.

Así las cosas, el equipo no podría utilizar El Plantío hasta septiembre y está previsto que la competición liguera se inicie el fin de semana del 15 de agosto, por lo que no serviría con solicitar el inicio de la liga como visitante, sino que el equipo también debería jugar fuera, por lo menos, el primer encuentro que le toque como local. Es algo que tiene ya asumido la entidad castellana y realizará los trámites necesarios en el momento que sepa cuándo concluirá la sustitución del césped, que supondrá un gasto que oscilará entre los 350.000 y los 400.000 euros.

Será un inicio de Liga complicado para un recién llegado, que no podrá contar con el apoyo de los suyos en los primeros compromisos. En el terreno estrictamente deportivo, el equipo debe estar preparado para afrontar esos primeros encuentros en campo de su oponente.

Sin amistosos en casa. Otra de las consecuencias es que el conjunto blanquinegro no jugará ningún partido de preparación en su estadio. Tampoco podrá realizar un encuentro de presentación, que después de un ascenso suele despertar una enorme expectación entre la masa social.

Este tipo de encuentros pueden suponer también ingresos para los clubes que lo organizan, pero será algo de lo que tampoco se podrá beneficiar el Burgos.